Bogotá D.C., TOP

Se inició demolición: EN LA «REPÚBLICA» INDEPENDIENTE DEL CRIMEN

demolicion_11Esta maquina retroexcavadora fue el instrumento que utilizaron las autoridades para acabar con las edificaciones que estaban al servicio de narcoparamilitares y recuperar lo que denomino el alcalde Peñalosa: «La República Independiente del Crimen». En el fondo se observa una efigie de Pablo Escobar.

 

 

 

El alcalde de Bogotá dio inicio a la demolición de la que era considerada la ‘olla’ más grande del país. En total se tumbarán 66 predios.

En la zona habrá un proyecto de renovación urbana. Funcionará la nueva sede de la Alcaldía Local de Mártires, establecimientos comerciales y se hará vivienda. La inversión ascenderá a 35.000 millones de pesos.

Peñalosa destacó que la seguridad en el centro de Bogotá mejoró, tras la intervención del Bronx.

La historia del centro de Bogotá se partió en dos cuando el alcalde Enrique Peñalosa activó la máquina retroexcavadora que inició la demolición del Bronx, la olla más grande del país y que se convirtió, por años, en un verdadero epicentro del crimen, tolerado por un silencio cómplice de administraciones anteriores.

El primer edificio que golpeó la máquina fue la llamada casa de pique, una edificación vieja, de cuatro pisos, que era el símbolo del horror que se vivía en esas calles, a pocas cuadras de la plaza de Bolívar y la Casa de Nariño.

«Aquí, en esa vivienda, se concentraba la mayor parte de las actividades criminales en el Bronx. Había personas prisioneras y sufrían toda clase de torturas», dijo, indignado, el alcalde Peñalosa.

El predio donde funcionaba la casa de pique es apenas uno de los 66 que serán demolidos en los próximos cinco meses para abrirle paso a un proyecto de renovación urbana en el sector, que abarcará un total de 1,7 hectáreas.  En el proyecto se invertirán 35.000 millones de pesos.

Donde antes funcionaba el Bronx estará la nueva sede de la Alcaldía Local de Los Mártires, establecimientos comerciales, vivienda y posiblemente una sede del Sena, según los planes de la Empresa de Renovación Urbana. Así mismo, se conservará y recuperará un bien de interés cultural, ubicado en la carrera 15 entre calle 9 y 10. Además, muy cerca de allí pasará la primera línea del metro de Bogotá.

Ante por lo menos 60 periodistas, fotógrafos y camarógrafos, y bajo una mañana fría y lluviosa, Peñalosa fue contundente: «Jamás vamos a permitir que sigan existiendo estas repúblicas independientes del crimen en Bogotá».

El mandatario, al mismo tiempo, destacó todas las acciones que ha venido realizando el Distrito para ayudar a cientos de habitantes de la calle que han sido víctimas de las mafias del narcotráfico. El Alcalde reiteró su solicitud a la Corte Constitucional para que revise una sentencia que impide que los habitantes de la calle sean trasladados a los centros de acogida para iniciar su rehabilitación y lograr que abandonen el oscuro mundo de la droga.

«Lo más importante son las personas. Este año hemos atendido a más de 12.000 exhabitantes de la calle en los albergues. Les estamos brindando un apoyo en la reconstrucción de sus proyectos de vida con el fin de arrancarlos de las manos de las organizaciones criminales», resaltó Peñalosa.

«Esto es un mensaje de vida. Este es el centro de Colombia y aquí tiene que haber orden, seguridad, empresas prósperas, turismo, una ciudad donde la gente viva bien como tiene que ser», expresó el mandatario.

En el proceso de demolición participarán 120 personas que adelantarán principalmente un trabajo manual para evitar desplomes, ya que seis de cada 10 predios en la zona amenazan ruina, según los expertos de Idiger.

Desde la intervención del Bronx, el pasado 28 de mayo, la Alcaldía ha atendido a 2.053 personas que habitaban esa zona. Muchos de ellos le han agradecido al alcalde Peñalosa su operativo, pues lograron recuperar sus vidas.

demolicion_pEl alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, tomó la determinación de enfrentar a los criminales que se tomaron una buena parte del centro de la ciudad, donde lograron esclavizar a los habitantes de la calle y montar la mayor distribución del microtrafico en América Latina. Anteriores administraciones fueron permisivas y siempre guardaron un silencio cómplice.