Pasan y pasan los años y el Gobierno Central no repara en la gravedad de la situación por la cual atraviesa el establecimiento penitenciario y carcelario de Sincelejo, más conocido como la cárcel de La Vega, en alusión a que se encuentra ubicado en el barrio del mismo nombre.

Desde hace más de cuatro años vengo implorándole al Gobierno Nacional tomar cartas en el asunto, particularmente de construir otras instalaciones que bien podría ser al lado al contar con un área sin construcción de 35.000 metros cuadrados.

Este centro de reclusión fue construido en 1936 con un área de 4508 mts2 de un lote de 4 hectáreas y para una capacidad de 512 cupos de internos.

Hasta el día de hoy, que yo sepa, seguimos en la misma crítica situación. Pásmense ustedes con las siguientes cifras. Hay 1161 internos frente a su capacidad original de 512, para un hacinamiento del 126.8% al registrar 649 reclusos de más.

Hay 1074 hombres y 87 mujeres, entre sindicados y condenados. Muchos duermen sobre colchonetas en piso pelado, otros en hamacas, y muchos otros comparten espacio en camas y colchones.

En materia de sanidad, el área se encuentra en regular estado, según el informe al cual tuve acceso. Cuenta con los servicios de medicina general, odontología, enfermería y fisioterapia para cuyas actividades sólo tiene un profesional, excepto un mayor número de auxiliares de enfermería.

El laboratorio clínico que contrataron para la realización de los exámenes es de la ciudad de Cartagena y me dicen, que demora hasta un mes para entregar los resultados. Increíble!. Como apenas es lógico pensar hay insuficiencia de personal para atender y controlar los internos.

No en vano, en ocasiones los guardias se han quejado y manifestado su inconformidad ante tan delicada situación. Este complejo panorama requiere de toda nuestra atención para manifestar ante el Gobierno Central que urge tomar decisiones frente a la cárcel de La Vega, establecimiento que prácticamente ya colapsó.