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En Colombia: EL SUPUESTO EMBAJADOR

Bajo las graves consecuencias de simulación de cargo o investidura, que se castigan en el Código Penal Colombiano y, aún, violando la Convención de Viena, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia tuvo que pronunciarse acerca de los graves eventos, en los cuales un hombre llamado Mujtar Leboihi Emboirik, se ha presentado como representante diplomático de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) acreditado ante el Gobierno de Colombia, lo cual es falso y nos hace recordar el episodio del impostor embajador de la India que cautivó con sus mentiras a los huilenses hace cinco décadas.

 

 

 

 

 

 

Hernán Alejandro Olano García.
Director Departamento de Historia y Estudios Socio Culturales – Universidad de La Sabana.

Bajo las graves consecuencias de simulación de cargo o investidura, que se castigan en el Código Penal Colombiano y, aún, violando la Convención de Viena, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia tuvo que pronunciarse acerca de los graves eventos, en los cuales un hombre llamado Mujtar Leboihi Emboirik, se ha presentado como representante diplomático de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) acreditado ante el Gobierno de Colombia, lo cual es falso y nos hace recordar el episodio del impostor embajador de la India que cautivó con sus mentiras a los huilenses hace cinco décadas, Jaime Torres Ortiz, un seminarista que se hizo pasar por embajador cuando Colombia no tenía relaciones con el subcontinente, haciéndose pasar por el MaharajRahamaMachaka.

Si bien Colombia ha apoyado los esfuerzos de la comunidad internacional para que se dé una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable al conflicto sobre el Sahara occidental, de conformidad con lo estipulado en las resoluciones adoptadas por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, la única representante acreditada en Colombia del gobierno del reino de Marruecos, es la excelentísima señora FaridaLoudaya, quien representa ese oasis de paz y estabilidad en una región que ha estado convulsionada en el pasado reciente. Antes de llegar a ocupar este cargo, la Embajadora se desempeñó como Directora de las Américas del Ministerio de Relaciones Exteriores y Cooperación de Marruecos, así como en diferentes misiones diplomáticas de ese país y, además es la única mujer de un país musulmán en llevar la representación del propio en nuestro país.

El Gobierno de Colombia, como es bien sabido,congeló hace varios años el reconocimiento a la República Árabe Saharaui Democrática, y esta no tiene ni representación diplomática ni embajador acreditado ante el Gobierno colombiano. La que sí posee reconocimiento, es la soberanía del reino de Marruecos, con el cual Colombia posee relaciones desde 1979 y, desde esa época, las dos naciones comparten los valores de la paz, el respeto por los derechos humanos y hasta el idioma, ya que de los 33 millones de marroquíes, siete hablan castellano. Además, Colombia y Marruecos son socios económicos estratégicos, por encontrarse en las dos orillas del Atlántico.