Actualidad, Opinión, TOP

Psicología: LA MENTIRA

La persona que recurre a la mentira por primera vez, debe empezar a inventar un universo de mentiras para sostener la primera que dijo, y esto se puede caer en cualquier momento, ya sea por una contradicción o,  si alguien que conoce la verdad, se la cuenta a la persona que está siendo engañada, generándose el caos y una situación de conflicto que puede ganar en proporciones insospechadas.

 

 

 

 

 

 

 Ana Bolena Zota Mórales

Psicóloga

 PRIMICIA.

Una de las situaciones cotidianas en el ámbito laboral, familiar y social es omitir la verdad, ya sea porque tememos ser juzgados, creemos que es la mejor opción para evitar conflictos. Sin embargo, si se revisa cada situación, se identifica que en la mayoría de las ocasiones estos lleva a momentos mucho más complejas que pueden llevar a la pérdida de confianza, de credibilidad y de la relación.

Es frecuente ver personas que llegan tarde a su trabajo y al ser confrontados por su superior, encuentran excusas en las cuales justificar su tardanza; desgraciadamente se van haciendo tan repetitivas que ni siquiera con llamados de atención logran cumplir los horarios. Esta situación habla de falta de disciplina y la necesidad de engañar para evitar reconocer que se está cometiendo un falta, que incluso puede llevarle a una calificación negativa o que prescindan de sus servicios; pero lo peor de esto, es  que pareciera que estas personas no comprenden que sus actos son los causantes de llegar a estos extremos y por el contrario, salen convencidos de que les tenían envidia, sin reconocer que es una falla en su estructura personal.

La persona que recurre a la mentira por primera vez, debe empezar a inventar un universo de mentiras para sostener la primera que dijo, y esto se puede caer en cualquier momento, ya sea por una contradicción o,  si alguien que conoce la verdad, se la cuenta a la persona que está siendo engañada, generándose el caos y una situación de conflicto que puede ganar en proporciones insospechadas.

Es muy importante reconocer que en la mayoría de las ocasiones, estos comportamientos se forman en el seno del hogar afectando las formas relacionales; siendo muy frecuente encontrar padres que les piden a sus hijos que mientan para ocultar su presencia ante las visitas indeseadas, como mecanismo de protección cuando los niños están solos; así como el mecanismo de ocultar la información de la adopción a un hijo, del engaño entre los integrantes de la pareja por infidelidades (Internet o físicas), estas situaciones son tan recurrentes que incluso socialmente se avalan y se consideran como naturalizadas.

Sin embargo, cuando la persona crece, convierte estas mentiras u omisiones en una forma de comunicación que llega a afectar las formas relacionales, adicional a ello, pueden llegar a validarse comportamientos disociadores, como el manejo de la desinformación, la omisión, el llamado “chisme” o comunicación cargada de comentarios enjuiciadores que pueden llevar a deteriorar el ambiente laboral, familiar o social y además afectar negativamente a otras personas que queden en medio de este tipo de situaciones.

Por esta razón, es importante que reflexionemos un poco acerca de las situaciones que se desarrollan en los diferentes entornos; ya que si el ambiente es tenso, se mueven comentarios y dentro de ellos se encuentran opiniones personales, es necesario hacer una alto y buscar asesoría para modificar estos comportamientos sociales, que pueden terminar hasta en situaciones legales.

Algunas recomendaciones para cambiar el comportamiento basado en la mentira:

  • Cuando se pregunte por una actividad que es su responsabilidad y no fue realizada, asuma serenamente las consecuencias de sus actos y pronuncie la frase: “No lo hice, puedo tenerla para… (debe ser un tiempo concreto y cumplirlo).
  • Si adopta un hijo asuma el compromiso de crear un cuento para que el niño pueda ir conociendo su verdad y cuando empiece a preguntar cuéntele la verdad, acorde a la madurez emocional del menor; pida asesoría psicológica si no se siente capaz de hacerlo.
  • Si se reconoce como mitómano o le han dicho que es una persona que miente con facilidad, o es un mentiroso, busque ayuda profesional, para poder superarlo, es algo con un buen pronóstico, siempre y cuando se comprometa consigo mismo.
  • Aprenda a decir la verdad hablándole al espejo, cuéntele la verdad que tanto le preocupa decir.
  • Asuma deudas y compromisos que pueda cumplir para evitar esconderse; si son situaciones que se le salen de las manos, haga un alto en su vida, hable con las personas con las que adquirió el compromiso y llegue a un acuerdo de pago, enfrente su realidad.

Por último, recuerde que, la primera vez que se miente consciente mente es una oportunidad para reconocer que se requiere de ayuda profesional y que está dando el primer paso para superarlo.