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Pronostican los chilenos: «PIÑERA VA A CAER»

El fenómeno es profundo, en Plaza Ñuñoa por ejemplo, más de 5.000 personas gritan «Piñera va a caer».

 

 

 

Agencias de Noticias

Plaza Ñuñoa se convirtió en un polo de convocatoria para hacer sentir el rechazo al toque de queda, desafiado la noche de este sábado por miles de manifestantes en diversos puntos de la capital y en las principales ciudades del país.

Es que el fenómeno es profundo, en Plaza Ñuñoa por ejemplo, más de 5.000 personas gritan  «Piñera va a caer». Los pancartas levantadas por los manifestantes hacen fuertes denuncias al régimen político y las precarias condiciones de vida en el Chile neoliberal heredado de la dictadura. La manifestación está compuesta por mucha juventud, pero también por familias con niños y ancianos.

Demandas como No+AFP, pañuelos verdes por el aborto legal, la educación gratuita, entre otras que resurgen al calor de esta oleada de protestas que se desató por el rechazo al alza del transporte y a la represión.

Se espera la participación de artistas y se proyecta actividad en la Plaza Ñuñoa por el resto de la jornada.

Entre tanto Piñera totalmente desorientado le pidió perdón a los chilenos en un esfuerzo por controlar la rebeldía de un pueblo cansado por una economía difícil que solo busca mejorar a los grandes empresarios en perjuicio de la gente del común.

«Ulises se ató al mástil de un barco y se puso trozos de cera en las orejas para evitar caer en la trampa… la sirena llama».

Así, invocando el clásico mito, el presidente Sebastián Piñera subrayó su lucha contra los demagogos y aseguró, en entrevista con el diario británico especializado Financial Times, que en su Gobierno están «dispuestos a hacer todo por no caer en el populismo».

Para reafirmar ese punto, realizó una breve repaso de la situación latinoamericana.  «Argentina y Paraguay están en recesión, México y Brasil están estancados, Perú y Ecuador en una profunda crisis política y en este contexto, Chile parece un oasis porque tenemos una democracia estable, la economía está creciendo, estamos creando empleos, estamos mejorando los salarios y estamos manteniendo el equilibrio macroeconómico… ¿Es fácil? No, no lo es. Pero vale la pena luchar por eso».

Sin embargo, en medio de este escenario, defendió a su amigo y presidente de Argentina, Mauricio Macri, quien se encuentra en un complejo escenario electoral, ya que -según las encuestas- perderá la reelección por amplio margen el próximo 27 de octubre.

«Macri es un buen tipo. He sido muy buen amigo de él durante muchos años», dijo, pese que un asesor le habría sugerido que ese comentario no fuera citado.

Eso sí, de todo modos señaló las marcadas diferencias entre la economía de Chile, de buen desempeño, versus los problemas que enfrenta el país trasandino.

De paso, puso sobre la mesa sus objetivos para Chile: construir una economìa del conocimiento, mediante mejoras a la educación, inversión en ciencia y tecnología, y modernizar el Estado; además de convertir a Chile en paìs desarrollado, con un 50% más del Producto Interno Bruto (PIB) registrado en 2018.

Entre otros indicadores económicos, apuntó a que las tasas de crecimiento en la administración de Michelle Bachelet promediaron el 1,7%.  «Hoy estamos en 3,25, el doble, pero todavía estamos muy lejos de alcanzar la tasa de 5% o 6%», admitió.

«No podemos seguir con un modelo que tiene a unos pocos muy felices muy contentos, pero a la enorme mayoría del a población chilena en condiciones paupérrimas», aseguró un chileno de la clase media.  Los manifestantes indican que al aumento del transporte «solo fue la gota que derramó el vaso»

El gobierno chileno confirmó que 15 personas murieron durante las protestas del fin de semana en la región Metropolitana contra el alza en las tarifas del metro.