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EDITORIAL

 


Los 101 días de Gobierno

 

Bogotá cumplió ayer 100 días bajo el gobierno del alcalde Gustavo Petro Urrego. Cada quien hace un balance de acuerdo con los intereses políticos, sociales y económicos que tiene. El alcalde Petro, con su estilo de Gobierno vía twitter, ha enfrentado a los gobernados; unos están de acuerdo y otros demandan mayor tiempo de Gobierno en vez de estar polemizando por las redes sociales.

 

La última medición de la encuestadora Datexco indica que el 55.4 por ciento de la gente no está de acuerdo con la forma de Gobierno.

 

Sin embargo, desde la Alcaldía se presentan otros indicadores, especialmente de carácter social y de seguridad, donde se manifiesta que el  alcalde Petro está cumpliendo con su programa de Gobierno, en especial para las clases menos favorecidas.

 

La situación de Bogotá en los primeros 100 días de Gobierno del alcalde Petro parece inmodificable: el caos de movilización cada día se agudiza más. Ahora, en la zona céntrica de Bogotá hasta «trancones» de  peatones se registran.

 

La organización de la «casa» no se ha podido dar en el Gobierno distrital, por cuanto se están buscando funcionarios pertenecientes a la corriente «progresistas», antes que funcionarios capaces de atender los múltiples y delicados problemas que afronta Bogotá. La confrontación con sus examigos y excopartidarios del Polo también ha originado un retraso del Gobierno, que debió comenzar con todo desde el primer día de su gestión oficial.

 

Hoy, cuando se llega al día 101 de Gobierno, se debe buscar la participación de todos los sectores de la sociedad para contribuir a edificar una nueva sociedad, incluyente y participativa; que abarque cada uno de los problemas, y en forma concertada buscar la respectiva solución.

Alcalde Petro: la campaña política se acabó, la hora de gobernar llegó, por ello es indispensable que todos los que habitamos en la capital de la República pongamos nuestro mayor esfuerzo por mejorar todas las condiciones de una ciudad que ha acogido a los colombianos de las diferentes regiones, que por distintas circunstancias han llegado y en muchos casos han logrado sus realizaciones.

 

Bogotá humana, participativa, incluyente y, sobre todo, de oportunidades debe ser el objetivo de gobernante y gobernados. Es hora de ubicar   a la ciudad en el sitio que se merece; y su gente, tener la oportunidad que durante mucho tiempo fue exclusivamente de una mafia que saqueó sus recursos, y es la directa responsable del atraso y las injusticias sociales que se registran.

 

En consecuencia si al alcalde Petro le va bien, a Bogotá también y por supuesto que a todos  de igual manera.