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LA MARCHA DE LAS PUTAS EN COLOMBIA

La marcha de la putas, se tomó el centro de Bogotá

Fotos:José Douglas  Lasso Duque

Por : Mar Candela y colaboradores
Redacción : Nathalie Murcia Pardo

Existen varias propuestas que se basan en destacar la importancia del empoderamiento de los cuerpos de las personas. Entre ellas está la ya conocida Hollaback para ponerle fin al acoso callejero, a través de la visibilización de historias contadas por mujeres y personas LGTBI que transitan las calles de cualquier país. En Hollaback se alienta a las personas a exponer sus casos e impresiones, construyendo así, redes solidarias al tiempo que se denuncia el acoso.

La Marcha de las Putas nace como una iniciativa canadiense en rechazo a las declaraciones de un integrante de la policía de este país quien declaró que “las mujeres deben evitar vestirse como ‘putas’ para no ser víctimas de la violencia sexual”; esto despertó la indignación de miles de personas que marcharon en Toronto en contra de la idea de culpabilizar a la víctima por las agresiones que se comentan contra esta. Seguidamente varios países han copiado la marcha ante un generalizado apoyo de mujeres y hombres.
Las mujeres quieren hacer valer sus derechos
Así pues, se acoge la designación puta para reivindicar el derecho que toda persona debe tener sobre su cuerpo, independientemente su identidad sexual, de la manera como vista, se exprese, actué, o el oficio que desempeñe. Desarmando y re-significando la expresión PUTA, esta solo se convertirá en una palabra más, libre de la carga violenta y acusadora que aún hoy tiene -siendo empleada por hombres y mujeres de manera común, según los conceptos personales que cada cual tenga de una mujer- ; además con esta apuesta queremos manifestar que, nuestro derecho a la libre personalidad y a una vida libre de violencia, sera ejercido independientemente de los conceptos que otras personas tengan sobre nosotras.
Justificación
Dadas las innumerables ocasiones en que niñas, mujeres, y otras personas son atacadas en las calles o culpabilizadas del abuso sexual, este es un espacio urgentemente necesario para que se deje de naturalizar la violencia simbólica, verbal y física como un acto cotidiano que no tiene amonestación alguna.
Con el lema, No es No, ningún cuerpo debe ser tocado sin permiso, pretendemos hacer un llamado a la sociedad a partir del cual a toda persona le sea respetado su cuerpo en espacios públicos y privados. Al mismo tiempo y enfatizando en que no somos un movimiento sexista, buscamos cambiar los prejuicios socialmente aceptados que han heredado los hombres, los cuales defienden que un “NO” es una expresión propensa a una interpretación contraria. Así, muchos/as suelen afirmar que un NO, es un sí reprimido. Promovemos entonces desarraigar esa tradición mentirosa y afianzar la verdad “NO”.
Defendemos que ninguna mujer y ningún cuerpo debe ser violentado bajo ningún pretexto, buscamos ser la voz de todas las mujeres y personas que han sido irrespetadas, acosadas y / o violadas; sostenemos que la sexualidad de cada individuo es asunto privado y personal, y que, independientemente de las parejas sexuales que una mujer decida tener, o las prácticas sexuales en la que quiera involucrarse, esta también tiene el pleno derecho a elegir y decidir sobre su cuerpo; pensamos que debemos erradicar la idea de que las mujeres instamos al irrespeto y / o abuso sexual con nuestra manera de vestir, ya que el mismo es un asunto cultural, nunca una incitación al abuso.
Buscamos dejar claro que todo cuerpo debe ser respetado así este se vea con poca ropa, mucha ropa o sin ropa, y dejar sentado que ninguna mujer y ninguna persona víctima del acoso y /o abuso sexual es culpable de lo que le ha pasado.
Objetivos específicos:
Iniciar un diálogo con la sociedad colombiana para cambiar la concepción que justifica vulnerar el cuerpo de cualquier persona, independientemente de las circunstancias o condiciones en las que se genere el abuso o acoso.
Consolidar la Marcha de las Putas como un espacio tradicional en el que se reivindique el empoderamiento del cuerpo de las mujeres y demás personas que de alguna manera, hayan sido vulneradas.
Abrir un espacio en el que varones y mujeres puedan construir una sociedad libre de prejuicios.
Entablar diálogos diversos con personas de ideologías cercanas a la propuesta, para así enriquecer la misma.
Las mujeres recibieron el apoyo de los peatones del centro de Bogotá