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LECCIONES DE TELEPATÍA PARA DANIEL SAMPER OSPINA


 

 

 

 

 

 

Armando Martí

Especial para Primicia

 

En la Semana Mayor tuve tiempo para revisar algunas publicaciones anteriores que, como suscriptor de la revista Semana, no había tenido la oportunidad de leer, entre ellas la edición No. 1.556 del 27 de febrero al 5 de marzo del 2012. En la página 98 aparece el artículo de opinión del periodista Daniel Samper Ospina, a quien admiro tanto como a su padre Daniel Samper Pizano, titulado: «¡A las armas, uribistas!». En esos inteligentes, osados y divertidos párrafos sugiere que:

 

(Sic) «…los amigos uribistas: monten el bloque guerrillero Álvaro Uribe Vélez. Revélense frente a este Gobierno traidor; revélense contra la infame justicia del Estado de Derecho que tanto los persigue. Atáquenla de verdad, no con leves montajes a los magistrados. Sigan órdenes del comandante Ternura. Recluten a Fernando Londoño, alias Invercolsa, como jefe de finanzas; traigan a Andrés Uriel como jefe de logística; vinculen a Rafico Nieto como explosivista: que ser semejante petardo al fin tenga sentido. Y convoquen a Armando Martí como jefe de comunicaciones, para que garantice el flujo de mensajes a través de ondas telepáticas: los adultos de ondas grandes; Panchito de microondas».  (sic). 

 

Durante un desayuno de trabajo con el Dr. Germán Bernal, experto en el programa de 12 pasos para adicciones y codependencias, quien hace parte del equipo de terapeutas de apoyo de mis consultantes, le comenté sobre el nombrado artículo. Él, admirado, me hizo referencia a que Daniel Samper Ospina estaba, al parecer, muy interesado en los temas de percepción extrasensorial, puesto que en la anterior columna de opinión de la edición No. 1.555 del 20 al 27 de febrero, la encabezaba con el título «Un mensaje telepático para Restrepo», en donde escribe:

 

 

«La situación que atraviesa no está para burlas. Mírenlo: se parece a Harrison Ford en la película El Fugitivo. Irreconocible tras la barba canosa, corre por entre la espesura de la selva, para esconderse de las autoridades. Se le ve muy solo. El único contacto que sostiene con sus amigos es vía telepática, como lo confesó José Obdulio en una reciente entrevista en El Tiempo, que cito textualmente: ‘la telepatía está actuando como nunca con todos nosotros».  (sic).  

 La telepatía es la transferencia de pensamientos o sentimientos por medio de la mente.

Pero para ilustrar sobre este tema a mi futuro alumno Samper Ospina, como también a mis lectores, les comento que la telepatía es una palabra que proviene del griego t?le, que significa lejos,  pátheia, que significa sentimiento. Es decir, la transferencia de pensamientos o sentimientos por medio de la mente entre individuos. Ahora bien, el cuestionamiento surge al plantear si este fenómeno de interacción se puede lograr, y quiero decirles que sí es posible. En la mente del ser humano, a la conciencia más profunda se la llama súper consciente, todo aquello  que posee el grado más alto de capacidad de percepción profunda del hombre, donde se gesta el deseo de la telepatía. Cada persona cuenta con una antena interna ubicada en la glándula pineal, también llamada epífisis: órgano nervioso encargado de producir ciertas hormonas de pequeño tamaño, y situado en el encéfalo entre los hemisferios cerebrales. Mientras la antena receptora es localizada en la red nerviosa a la altura del plexo solar o chacra manipura (el centro del ombligo). Por esta razón, desde la psiconeurología es imposible que el cerebro no responda ante cualquier estímulo, incluyendo las  microfrecuencias cuánticas emanadas de los pensamientos y sentimientos de los seres humanos.

 

Con más de 30 años investigando el comportamiento humano, al ser practitioner en PNL y logoterapeuta, he llegado a la conclusión de que estas técnicas producen un fenómeno llamado: «hiperestesia sensorial», donde en estados de trance la energía mental puede llegar a leer los pensamientos, y sentir las emociones de personas que se encuentran a largas distancias; y es imposible comunicarse con aparatos convencionales, como relato en una pasada publicación del Diario primiciadiario.com (http://primiciadiario.com/archivo/2012/comunicacion-telepatica-ingrid-betancourt-y-yolanda-pulecio/).

 

Ariadna hija de los Reyes de Creta: Minos y Pasifae 

 

 

Precisamente, ayer, sobre las 7 p. m., entré en un trance de autohipnosis, y siguiendo las sugerencias del periodista Daniel Samper Ospina intenté comunicarme con el excomisionado de paz, Luis Carlos Restrepo. Le envié afirmaciones sanadoras y positivas, para que desde el sentido común tomara la decisión de presentarse ante los requerimientos de la justicia colombiana. Sentí cómo él recibió y captó esta comunicación. Observé su imagen un tanto difusa, que emanaba un halo áurico de color magenta, lo que significa un estado de incertidumbre, estrés y algo de tranquilidad interior. Moviendo su cabeza afirmativamente, escuché una especie de eco con voz metálica identificada desde mi súper consciente como la de Luis Carlos Restrepo, que me decía:

 

«Dile a Daniel Samper Ospina que muy pronto empezará a soñar conmigo, y posteriormente me verá en su realidad, y en la realidad colombiana presentándome ante la Fiscalía General de la Nación, para revelar hechos que conducirán a la verdad, ya que ahora estoy empezando a creer que las garantías judiciales han mejorado para mi regreso, y cuando las cosas son claras son doblemente mejores».

 Periodista Daniel Samper Ospina

Intempestivamente escuché otra voz, y la cara varonil -pero tierna- del Dr. Restrepo se convirtió en el rostro de una joven y hermosa mujer de cabellos dorados, de exuberante figura,  que exclamó:

 

«Armando, no te asombres; soy Ariadna, la hija de los reyes de Creta: Minos y Pasífae, quien se enamoró a primera vista de Teseo. Hoy quiero entregarle a tu alumno telepático Daniel Samper la espada y el hilo mágico, para empezar a desenredar por fin el laberinto en el que se encuentra su país, Colombia, y cortar la cabeza del Minotauro de la corrupción, la violencia y la inconsciencia de todos sus ciudadanos». 

 La hiperestesia sensorial«, es un estado de trance donde la energía mental puede llegar a leer los pensamientos, y sentir las emociones de personas que se encuentran a largas distancia

 

 

Ante este maravilloso mensaje, le sugerí a esa deidad griega que buscara las frecuencias y coordenadas mentales del director de la revista SOHO, para hacerle entrega de estos símbolos, muy seguramente él se podría hacer cargo de tamaña responsabilidad, y hasta proponerle la portada de la próxima publicación, edición dedicada al mágico y misterioso mundo mitológico de las diosas y no de las divas. Por mi parte, este ejercicio me tenía cansado, lo suspendí y consumí una deliciosa ensalada de frutas frescas, para irme a dormir, oírme a mí mismo interpretando mis sueños, y no el de los demás.

 

Bueno, apreciado Daniel: te invito a realizar los siguientes ejercicios para ampliar tu inteligencia, creatividad y poderes mentales. Si notas algún avance en este cometido, por favor, comunícamelo a mi correo armandomarti50@yahoo.com, para enviarte los otros niveles de práctica para volvernos tele-empáticos.

 Ex comisionado de paz Luis Carlos Restrepo 

 

Ejercicios para aprender y practicar la telepatía

 

 

Relajase y póngase cómodo, apague su Blackberry, televisor o cualquier equipo electrónico; concéntrese en su ombligo (chacra manipura). Ahora inhale y exhale lentamente 20 veces. Imagine que irradia una energía envolvente de color azul. Piense en la persona con la cual quiere comunicarse, como si la viera en una fotografía. Desde la conexión de su propia energía, libérese de su cuerpo, puesto que sus pensamientos no tienen tiempo ni espacio. Busque a esa persona, y pronuncie mentalmente el mensaje que le quiere transmitir, envíelo de forma firme, segura pero relajadamente, es decir, sintiendo paz mas no ansiedad. Intente mantener esta comunicación como si usted fuera un celular y la otra persona le estuviera contestando. Continúe enviando señales de amor y armonía, siembre estas afirmaciones con paciencia y constancia.

 

Este ejercicio puede ir de 15 a 30 minutos. Regrese a su cuerpo, cierre la transmisión como si encendiera o apagara un  terminal de la luz, vaya contando en forma regresiva de 10 hasta 0 repitiéndose: «Cada vez me siento mejor, mejor y mejor», mientras la energía de su chacra manipura (su ombligo) se va cerrando al ritmo de la cuenta. Al llegar a 0, muérdase levemente la punta de su lengua, para constatar que su energía está integrada en su totalidad al cuerpo. Estire sus músculos, beba lentamente un vaso de agua para recargar la energía empleada, y durante el día piense en esta afirmación que le ayudará en todo lo que se proponga: «¡Si no soy yo, quien; y si no es ahora, cuándo!».