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PRIMICIA EN EL ÁRTICO: ALICIA SORNOSA Y MIQUEL SILVESTRE ESTUVIERON EN EL TECHO DEL MUNDO

 Pista techo del mundo

 

 

 dawson city

 

Alicia Sornosa y Miquel Silvestre se reencuentran en Alaska y viajan juntos hasta el Delta del McKenzie en el Mar de Beaufort, Círculo Polar Ártico canadiense, tras recorrer dos mil kilómetros de pista de grava a lo largo de las famosas Top of The World y Dempster Highways.

 

Tal y como comunicaron al separarse en India hace cuatro meses, la periodista y el escritor han unido de nuevo sus caminos en Alaska para alcanzar juntos la meta última de la Ruta de los Exploradores Olvidados: Valdez, ciudad fundada en el siglo XVIII por el catalán Salvador Fidalgo durante su misión exploratoria de la costa noroeste de América.

 

Sin embargo, antes de alcanzar la población con nombre español más septentrional del mundo y concluir de eso modo la REO como la empezaron, los aventureros han decidido acometer el desafío motociclista norteamericano por excelencia y llegar hasta Inuvik, pequeña población situada en el extremo más al norte de Canadá en un viaje célebre por su dureza debido a la enorme distancia, la extrema desolación del territorio ártico y la volubilidad del clima.

 

Sornosa y Silvestre comenzaron el viaje en el pueblo de Tok, en Alaska, y se dirigieron hacia Dawson City por la Top of the World Highway, una pista de grava de 250 kilómetros que pasa por la comunidad de Chicken, cruza la Poker Creek, frontera más al norte de Estados Unidos y Canadá, y desemboca en el río Yukón. Es la ruta de la famosa Fiebre del Oro que en 1897 llenó la cuenca del Klondike de mineros, salones y can can. Algo de ese ambiente aún se vive en Dawson, ciudad que mantiene su arquitectura de casa de madera estilo siglo XIX.

 

Tras cruzar el río en una barcaza, fueron recibidos por la organización del Dust to Dawson Rally, reunión de motociclistas de aventura que se lleva celebrando desde hace veinte años. Una vez concluido el evento, tomaron la Dempster Highway, 770 kilómetros de polvo, grava y arena que atraviesa parajes naturales tan asombrosos como el parque nacional de Tombstone, solar de alces y osos grizzlies.

 

La ruta es extrema y difícil por cuanto carece casi por completo de asistencia, hospedajes y gasolineras, porque el sotobosque ártico se incendia con facilidad (los viajeros se vieron en una ocasión atrapados por el fuego que cortaba el camino) y por los cambios climáticos repentinos que desencadenan violentas tormentas eléctricas de granizo sin que exista refugio alguno.

 

Desmbocar en Inuvik y volver ha supuesto lograr importantes hitos respectivos para los viajeros. Para Alicia, primera motera española que completará una vuelta al mundo, significa unir una línea entre el Ártico y el Antártico, cuyos glaciares tuvo a la vista durante su recorrido por la Isla de Tasmania, mientras que para Miquel, primer español en llegar a Filipinas en moto, implica haber cruzado la Línea Polar dos veces en un año ya que en julio del 2011 llegó a Cabo Norte tras la pista de Al Ghazal, embajador andalusí en Noruega en el siglo IX.

 Ali y Miquel cartel de bienvenida en Inuvik

 

 Carretera de grava

 

Miquel y Ali,  en la parte superior de la carretera del mundo