Las víctimas de los atropellos cometidos por las tropas norteamericanas en Colombia no tienen a quien reclamar por los delitos de los uniformados. El Gobierno colombiano firmó un tratado donde se los reconoce a los militares inmunidad total ante cualquier delito. 

Olga Castillo es una madre desesperada que se encadenó en la puerta del Congreso en Bogotá y que exige justicia ya que su hija, hace seis años, cuando era menor de edad, fue violada y maltratada por dos estadounidenses que trabajaban para el Plan Colombia en Melgar(Tolima).  Esta angustiada madre contó que «el 26 de agosto de 2007 dos americanos del Plan Colombia me cogieron una niña de 12 años, la secuestraron y la violaron en la Fuerza Aérea de Melgar (Tolima)». Doña Olga denunció  que en lugar de recibir apoyo del Gobierno y la justicia colombiana ha recibido amenazas y vive en la indigencia.  «Voy a permanecer encadenada hasta que reciba una verdad, una justicia y una reparación». Estados Unidos protege a los violadores y guarda silencio.