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Nota Editorial: Bogotá: LA «CIUDAD ZOMBI»

NOTICAEDITORIALBogotá: la «ciudad zombi»

Tristes y desgarradoras son las imágenes que se encuentran a diario en Bogotá, la capital de la República de Colombia, y que hoy las presentamos a los lectores de Primicia Diario con la denominación: Bogotá: la «ciudad zombi».

Según indica el diccionario de la Real Academia Española ─RAE─ el vocablo zombi significa:

‘Persona que se supone muerta y reanimada por arte de brujería con el fin de dominar su voluntad. Atontado, que se comporta como un autómata’.

El ser humano se ha degradado por la miseria, la drogadicción y la violación de todos sus derechos contemplados por la Organización de las Naciones Unidas.

Niños desde cortas edades viven en las vías públicas, duermen durante el día porque, según explican, si duermen por la noche corren el peligro de ser violados o de sufrir otras vejaciones. Mientras tanto el flamante ICBF, preocupado por la entrega de multimillonarios recursos monetarios, olvida que los infantes mueren de hambre y de desprotección.

Las mujeres, desde niñas, son abusadas y puestas a disposición de los carteles del microtráfico de sustancias alucinógenas; permanecen secuestradas, son violadas y drogadas para esclavizarlas, según señalan los reportes periodísticos realizados desde la llamada «Calle del Bronx», primer centro de acopio del microtráfico en Colombia.

Los hombres son convertidos en despojos humanos, en esclavos; trabajan durante la noche y a cambio de ello reciben drogas sicotrópicas para sobrellevar el calvario que viven. No cuentan con ayuda de nadie, y la pasan en una guerra sin cuartel entre ellos mismos por un «cambuche» que les permita conciliar el sueño en plena vía pública, por cortos periodos.

Los desplazados buscan la ayuda del Estado, pero solamente reciben evasivas de las múltiples entidades creadas para atender el conflicto armado. Ellos entran a engrosar el problema social que afecta a Bogotá, y se ven en la imperiosa necesidad de habitar a la intemperie.

Mientras el problema se agudiza las autoridades distritales, nacionales, entre otras esferas, responden con cifras de informes que algunas organizaciones sociales consideran falsos y manipulados para presentar cuadros en los que se concluye que la miseria, el desempleo, la drogadicción y la corrupción han sido combatidos.

Las mentiras y la manipulación entregada por las entidades estatales han logrado agudizar la crisis de Bogotá, en especial de sus gentes. Sin embargo, esas autoridades, empezando por las distritales, se autodenominan «Bogotá Humana». Nos preguntamos qué tienen de humanidad la degradación, la miseria y otra serie de problemas sociales a los que se ven abocados numerosos compatriotas.