El otrora arbitro Julián Ruiz, fue acusado por los árbitros de ser el mayor acosador sexual dentro del fútbol colombiano. Ruiz según los denunciantes exigía relaciones homosexuales.

«Dicen que el fútbol es el reflejo de la sociedad y hoy más que nunca es cierto, la corrupción que ronda en todos los rincones de Colombia también está en el fútbol, quizá los jugadores sean los menos, pero lo que escuchamos del arbitraje desde hace rato se conocía pero ahí con disimulo lo han manejado, nos demuestra que la cúpula que maneja el fútbol en Colombia está contaminada de Sida», aseguró, Hernán Peláez durante su editorial en la WRadio.

Agregó que la máxima aspiración de un árbitro es llegar a tener escarapela FIFA, así como la aspiración de un futbolista es participar en un Mundial. Sin embargo los árbitros denunciantes han tenido que sacrificar su sueño.

«Imer Machado, nunca fue ejemplo de buen árbitro, siempre fue cuestionado y siempre se supo, y hacía unos asados espectaculares, mamona a bordo invitados cuando era árbitro, pensamos que se había ido a buen retiro, se fue, pero sale de un momento a otro a controlar árbitros, ahora un buen conocido Óscar Julián Ruiz, sigue metiendo la mano en la designación de árbitros», aseguró Peláez, en referencia al testimonio de los denunciantes.

En medio de los fuertes señalamientos, muchos equipos se han quejado de los arbitrajes en el fútbol colombiano, por esta razón Peláez agregó que «la gran falla comienza porque el arbitraje en Colombia nunca fue profesionalizado, y es una recomendación de la FIFA, los árbitros pitan y cobran ese día el partido que pitaron, si los dejan de nombrar durante 4 o 5 partidos no cobran, no debe ser así, el árbitro debe ser un profesional adscrito con contrato de trabajo y con sometimiento a las reglas de un trabajador normal, horarios permanente disposición, que los vuelvan empleados como tal».

En su editorial, llamó la atención sobre la manera como la Dimayor contrata a los árbitros en Colombia, pues «para economizarse plata les paga a destajo, les paga por partido que dirija y punto».

A las denuncias de acoso sexual, laboral y falta de criterios para ascender a los árbitros, Hernán Peláez aseguró que se suman graves señalamientos en otros ámbitos del fútbol, como el anuncio de acabar la Liga femenina, testimonios de acoso sexual en la selección Sub17 de mujeres, incluso denuncias de acoso a menores de edad por parte de profesores de fútbol, o el escándalo de la reventa de boletas.

«El fútbol colombiano atraviesa por un momento difícil (…) por qué los dueños de los equipos de fútbol, por ejemplo Fuad Char que es dueño del Junior, por qué no se ponen serios y dicen cambiemos esto ya», advirtió Peláez.

Finalmente aseguró que es necesario promover un cambio de los dirigentes del fútbol para que se erradiquen definitivamente conductas reprochables.

«Los dueños de los equipos deberían decir cambiemos esto ya, busquemos gente que venga con ganas de trabajar de manera decente, el problema del fútbol colombiano es que no hay decencia, hay un manejo que dependiendo de favores, de acuerdo a las denuncias, sexuales, puede subir, avanzar, es escalera de corrupción terrible», aseguró en su editorial.

Finalmente llamó la atención sobre el desarrollo de las denuncias para que tengan eco en la dirigencia del fútbol colombiano, con el fin de tomar correctivos.

«Ojalá les dé vergüenza a la cúpula del fútbol, que llegue otra gente, que lleguen con decencia», afirmó Hernán Peláez.

Escándalo Sexual

Los ex árbitros Harold Perilla, Carlos Chávez, Javier Reina y Julian Mejia denunciaron en La W que Óscar Julián Ruiz los acosó sexualmente.

En primer lugar, Perilla afirmó que «en alguna oportunidad Oscar Julián intentó tocarme los testículos y la cola, se me insinuaba, era muy inteligente, nunca dejaba un chat o mensaje, todo lo hacía personalmente, pero el acoso era tremendo».

También narró Ruiz, le sugería «que probara algo nuevo, que me iba a quedar gustando y  que él me podía llevar muy lejos porque tenía mucho poder” y agregó «no tengo necesidad de dar favores sexuales para llegar lejos. Óscar Julián tenía una ficha en el comité de arbitraje, era el señor Polanco, si no accedes a sus pretensiones no te van a designar».

Carlos Chávez narró que un día «en un partido con Centauros, salí de las duchas y me tocó la cola,  me dijo ‘este paga impuesto esta noche’. También aseguró que quienes avanzan en la entidad tienen que estar en el círculo íntimo de él.

De igual manera, Julián Mejía afirmó que  «los jefes de nosotros son los que acolitan estas situaciones y se ha vuelto algo normal, muchos compañeros están sintiendo temor».

Harold Perilla, afirmó que Ímer Machado, le tocaba la cola y los testículos, también dijo que lo matoneaba y añadió «Yo me le volví la traga maluca a Óscar Julián Ruíz. Pero nunca accedí a sus pretensiones. Ahora entró Ímer Machado a decidir, y si sale Ímer entra Wilson Lamouroux que están dentro de los amigos de Ruíz».

Javier Reina contó la forma en la que fue sacado de su trabajo, «yo salí en abril de 2017. Me dijeron que no me renovaban contrato donde me acusaban porque era supuestamente un hacker” y agregó «El departamento arbitral debe estar conformado por tres personas. Ellos empezaron a alejarme de los procesos de designaciones a los partidos. A mí me daban tres partidos para evaluar y me los quitaron”. También concluyó que «me sacaron por hacer las cosas bien».

De otro lado, Perilla dijo que Oscar Julián Ruiz era quien decidía quien pitaba y quién no, a pesar de que esa no fuera su competencia. «Yo identifiqué en la agenda de Óscar Julián Ruíz para las designaciones. Él tiene una persona en la comisión técnica y es quienes califican a los árbitros. Ímer Machado tiene que hacer lo que dice Ruíz» denunció perilla.

También  sugieron que para poder ser un árbitro e alto nivel toca hacer parte del círculo intimo de la comisión, «que está compuesto por Oscar Julián, Ímer Machado y Everson González» dijo Chávez.

Carlos Chávez contó que Ruiz tenía un biotipo «él quería que fueran altos, de más de 1,75 y eso no hace nadie buen árbitro o no».

Finalmente, Javier Reina concluyó que «hay corrupción en el arbitraje colombiano, no hay un método para calificar a los árbitros».

Los ex árbitros Harold Perilla, Carlos Chávez, Javier Reina y Julian Mejia denunciaron en La W que Óscar Julián Ruiz los acosó sexualmente.