Opinión

ALERTA GLOBAL

ALERTA GLOBAL

António Guterres

Desde el COVID-19 hasta la disrupción climática, desde la injusticia racial hasta las crecientes desigualdades, somos un mundo en crisis.

Pero también somos una comunidad internacional con una visión perdurable, plasmada en la Carta de las Naciones Unidas, que este año celebra su 75º aniversario. Esa visión de un futuro mejor —basada en los valores de la igualdad, el respeto mutuo y la cooperación internacional— nos ha ayudado a evitar una Tercera Guerra Mundial que habría tenido catastróficas consecuencias para la vida en nuestro planeta.

Nuestro desafío común es encauzar ese espíritu colectivo y estar a la altura de las circunstancias en este momento de prueba y ensayo.

La pandemia ha puesto al descubierto desigualdades graves y sistémicas tanto dentro de países y comunidades como entre ellos. En términos más generales, ha puesto de relieve las fragilidades del mundo, no solo frente a otra emergencia sanitaria, sino también en nuestra vacilante respuesta a la crisis climática, la anarquía en el ciberespacio y los riesgos de proliferación nuclear. En todas partes, la gente está perdiendo la confianza en las clases e instituciones políticas.

La emergencia se ve agravada por muchas otras crisis humanitarias profundas: conflictos que continúan o incluso se intensifican; números récord de personas obligadas a huir de sus hogares; nubes de langostas en África y Asia meridional; sequías inminentes en África meridional y América Central; todo ello en un contexto de tensiones geopolíticas crecientes.