Internacional, TOP

Ante la Comunidad Internacional: TAIWÁN ACUSA A CHINA DE ABUSOS

La presidenta de Taiwán Tsai Ing-wen

 

 

 

La presidenta de Taiwán Tsai Ing-wen manifestó su descontento debido a la aprobación por parte de China de una ley de seguridad nacional para Hong Kong, haciendo hincapié en que Pekín ha roto su promesa de permitirle mantener un alto grado de autonomía durante al menos 50 años.

Tsai afirmó que la «promesa rota» de Pekín también demostró que el llamado modelo de «un país, dos sistemas» para Hong Kong y Macao, propuesto por las autoridades en China, no es factible en Taiwán.

La mandataria aseveró que alberga la esperanza de que el pueblo de Hong Kong pueda seguir luchando para mantener sus libertades, democracia y derechos humanos después de que se implemente dicha ley.

Tsai reiteró asimismo la promesa de su Gobierno de prestar ayuda humanitaria a los hongkoneses, citando la inauguración de una oficina especial para ayudar a quienes deseen venir a Taiwán.

La Oficina de Servicios e Intercambios Taiwán-Hong Kong, que inició sus operaciones el 1 de julio, brindará servicios integrales a los hongkoneses que desean cursar estudios, hacer negocios, realizar inversiones o solicitar asilo en Taiwán.
EL SISTEMA PROPUESTO

«Un país, dos sistemas» se refiere al principio constitucional formulado por Deng Xiaoping a principios de la década de 1980, quien sugirió que solo habría una China, pero que distintas regiones chinas como Hong Kong y Macao podrían conservar sus propios sistemas económicos y administrativos.

Además, la promesa rota a la que se refirió Tsai fue la Declaración Conjunta Sino-Británica firmada por Gran Bretaña y China en 1984, en la que Pekín prometió a Hong Kong «un alto grado de autonomía» durante al menos 50 años después de que China retomara el control del territorio desde el Reino Unido en 1997.

En una noticia relacionada, el Ministerio de Relaciones Exteriores (MOFA, siglas en inglés) expresó en un comunicado de prensa publicado el 30 de junio una severa condena por la aprobación de la ley de seguridad nacional para Hong Kong, ya que la misma comprometerá en gran medida la libertad de expresión y la independencia judicial de esta urbe, destruirá la autonomía y el Estado de derecho de la misma, y al mismo tiempo infringirá la libertad, los derechos humanos y otros valores fundamentales de Hong Kong.