Opinión

DESCUBRIMIENTOS DEL COVID 19

DESCUBRIMIENTOS DEL COVID 19

 

 

 

Pedro Fuquen

Son muchos días de aislamiento, con prohibiciones que a veces nos inquietan, nos angustian, nos sentimos prisioneros, pero quedan algunas lecciones curiosas, nuevos hábitos y costumbres. El mundo cambió.

La llamada pandemia nos va a convertir en alcohólicos, a todo le aplicamos alcohol, para las manos, para los zapatos, para rociar la ropa, cuando sales, para los paquetes del mercado o los domicilios.

Hemos aprendido que los besos y los abrazos, son muy peligrosos y que se deben eliminar de nuestro contacto social y adoptar otras señales para demostrar nuestro afecto o hasta el amor.

Tenemos muchas cosas a la vista, en diciembre y enero próximos nacerán millones de bebés en todo el mundo con una característica, sorprendente: todos serán legítimos.

Anteriormente, en las familias, nacían los niños en septiembre como consecuencia de las fiestas de final de año, en donde se incentivaron los encuentros amorosos.

Todos nos volvimos digitales, los mayores, ya lo éramos de tiempo atrás, pero ingresan abruptamente palabrejas que tienen diferentes expresiones. Teletrabajo, Virtual, reuniones, sender, presentaciones, teleconferencias, ofertas en línea, on line y muchísimas otras que a veces, ni entendemos.

El Covid 19, nos enseñó muchas cosas, hacer todo rápido, el mercado, la salida a la calle, al banco, a comer a desconfiar de todo lo que tiene contacto directo con nuestra humanidad. A mantener la distancia con las personas y a no hablar con nadie.

Muy curioso, con el covid19, los venezolanos salieron corriendo para su país, lo que no logró la policía, ni las autoridades fronterizas.

Descubrimos que la salud y los médicos, son importantes en la vida de las personas. También nos aficionamos al cine, a la radio, a permanecer en casa. Habrá autocines y muy pronto.

A los periodistas se les acabó la creatividad por que repiten y repiten todo el día las mismas noticias. La información y la comunicación, también se convirtieron en pandemia.

Los paños menores en la pandemia, cuando uno trabaja, si se descuida, se convierten en problemas mayores, que no se pueden desenredar tan fácil.

Las señoras aprendieron a peluquear y a trasquilar. Ahora con certeza, saben dónde andan los maridos. Como también entendimos que no somos inmunes, muy vulnerables.

Entendimos que las parejas se separan en la cuarentena, por falta de conexión, simplemente. Se cansaron de ir del comedor a la sala y pasar por la cocina, para terminar en la alcoba.

También nos enseñó secretos de la física, nos convencieron que la curva se puede aplanar. ¡Como? No lo sabemos. Eso aprendimos.

La bici se convirtió en elemento de lujo, ya que el carro quedó relegado por muchas razones, pero que hay que cuidar desinfectar y moverlo, nos podemos contagiar.

También hay que decir que cocinar, se volvió un hobbie de familia, que une porque ayudan todos o que separa por que las señoras, no aguantan las estupideces de los hombres.

La policía ya no protege, ahora ataca a los mayores ancianos y mujeres que buscan el sustento en las calles. Así es la vida. Todo por culpa del coronavirus.

Aprendimos lo que dicen las mulas, los camiones que transitan por las carreteras, guarde su distancia y no adelante en la curva, es un punto ciego.

Los comentaristas deportivos, ahora que no hay deportes para narrar, en sus programas se dedican a leer las cartas, como los que leen el tarot. Las cartas que envían los oyentes para hablar de los temas que les apasionan.

Hay que decir que en muchos lugares hay avisos que dicen: “Aquí se respira aire puro”, pero la pandemia nos aconseja usar tapabocas, que cubra la nariz, qué no nos deja respirar.

En la colonia todos usaban taparrabos y ahora en la era moderna, usamos tapabocas.

¡Hasta la próxima!