Editorial: COLOMBIA ULTRAJADA

La clase dirigente de la economía, política, medios de comunicación y demás organizaciones de Colombia a pesar de su intensa actividad se encuentra paralizada esperando los fallos de la justicia que definen la suerte algunos políticos y abogados

Pronunciamientos, comunicados, reportajes, razones, amenazas y todo lo imaginable se mueve para presionar a la justicia a uno y de otro lado.

Colombia no está lo suficiente madura para aceptar un fallo en derecho. La polarización hace que la mitad lo rechaza y la otra mitad lo acoja.

Un fallo en un país decente sea a favor o en contra debe ser acatado por todos.

Tristeza da el papel de defensores que han asumido algunos comunicadores que de la noche a la mañana se volvieron «expertos» en derecho penal.

Estos individuos que son una vergüenza para el periodismo, ya emitieron su «fallo», para de esta manera seguir su actividad servil a sus patronos que respaldan x o y posición.

Siento vergüenza tener como «colegas» a unos mercenarios.

Colombia no puede seguir siendo ultrajada por la cultura de la corrupción que nos han implantado algunos delincuentes.

Colombia debe sobreponerse y derrotar esa cultura promovida especialmente por los narcos y los bandidos que se apoderan de los recursos públicos.