Editorial : LA VERDAD
Cada quien maneja su propia verdad. El gobierno tiene su versión. Los científicos tienen otra. Los medios de comunicación opinan diferente. En otras palabras, es tanta la información que le llega a ciudadanía que empezaron a registrarse enfermedades psicológicas, entre ellas, estrés.
Según las proyecciones del gobierno, unos 750.000 colombianos podrían caer en estados críticos y severos si no se cumplen las medidas de contención y mitigación según el modelo que maneja el Gobierno.
Los científicos insisten que el gobierno debe entregar recursos para los estudios e investigaciones en materia de salud, hoy totalmente abandonados con el argumento que hay que hacer recortes para tapar el hueco sin fondo del déficit fiscal, mientras que se invierten millonarias cifras en temas superfluos.
Los medios de comunicación en buena parte en vez de preparar a la comunidad con información positiva buscan llevar temas extremos amarillistas logrando la histeria colectiva.
Nadie tiene la verdad revelada sobre el Covid-19. Nadie sabe con certeza qué va a pasar a medida que el virus se extiende. Las cifras alegres que divulgan los periodistas,influencers, brujos, políticos,Coach, y hasta amas de casa, se han vuelto expertos en el Coronavirus desplazando de tajo a nuestros científicos, con sus rudimentos de matemáticas para escandalizar a todo el mundo con sus proyecciones de la pandemia.
Esta crisis nos puso al descubierto la fragilidad del sistema de salud en Colombia, el negocio lucrativo que espera el corrupto sistema. Las EPS, IPS y demás organizaciones están pendientes de los negocios que puedan hacer con el Coronavirus, es decir en vez de esta pendiente de sus afiliados quieren seguir llenado sus bolsillos con el dolor, la muerte y el sufrimiento de los colombianos.
Los datos oficiales deberíamos dejarlos en manos la Organización Mundial de la Salud y acoger las recomendaciones que llegan del gobierno, las agremiaciones médicas sobre cuidado personal, medidas de distanciamiento social, tratamientos y cuarentenas, entre otras.
Los colombianos exigimos la verdad y solamente la verdad.