Editorial, Opinión

Editorial: EL PALO EN LA RUEDA

EL PALO EN LA RUEDA

Difícil es la situación que afronta Bogotá como consecuencia de las desastrosas administraciones anteriores quienes ahora se ha empeñado en hacer hasta lo imposible para sabotear el nuevo gobierno de la alcaldesa Claudia López.

Una ciudad que tocó fondo, es la realización más importante del de la politiquería, la corrupción y los intereses personalistas de quienes tuvieron la oportunidad de demostrar grandeza y cariño por una tierra que los hizo surgir.

Mientras tanto los habitantes de Bogotá sufrimos la irresponsabilidad de quienes fueron incapaces de solucionar los problemas, pero eficiente para crearlos y conducir al caos.

La movilidad es terrible y tiene a los bogotanos con los nervios de punta, como consecuencia de los eternos trancones, que extienden durante todo el día en todos los sectores de la ciudad.

Las vías públicas se encuentran totalmente destruidas, lo que ocasiona accidentes y toda clase de inconvenientes en la movilidad.

El enfrentamiento que vive Bogotá entre las administraciones salientes y la entrante ayuda a ahondar la crisis. Petro y Peñalosa tuvieron la oportunidad de solucionar los múltiples problemas que agobian a Bogotá, pero ahora para evitar el éxito de la actual administración tratan de poner «palos en la rueda».

Como consecuencia de la pésima movilidad y la corrupción heredada descuidaron por completo la seguridad, porque los hechos delictivos se encuentran al orden del día; el ciudadano del común es el afectado directamente, mientras que los funcionarios aludidos justificaron en su época lo injustificable con cifras manipuladas.

El espacio público se lo entregaron al nuevo gobierno totalmente invadido, por cuanto no se hizo labor alguna para formalizar a los vendedores ambulantes que tienen derecha al trabajo.

Como si fuera poco, el sector educativo y el de la salud también hacen mella entre los bogotanos por el déficit presupuestal.

Bogotá se encuentra sumida en un abismo, donde cada día el fondo es más profundo; y por ahora los ciudadanos estamos condenados a sufrir cada una de las funestas consecuencias que nos deja el enfrentamiento de intereses personales, que han descocido los intereses colectivos.

La esperanza de los habitantes de Bogotá, es la alcaldesa Claudia López, logre superar los obstáculos dejados por sus antecesores y entre de lleno a solucionar los problemas que no dan espera.