Los protagonistas de la comedia.

En esta semana Pedro, el escamoso, empeñado en seguir acercándose a Paula, le propone que vayan a casa de su madre para que hablen y solucionen sus diferencias. Cuando llegan, Ana insiste en que no está de acuerdo con la vida que lleva su hija pues tiene miedo de que haga lo mismo que ella en el pasado, y empiece una relación con un hombre casado. De regreso a la oficina, Paula conoce a Mónica quien trata de entablar una relación con ella, pero Paula, por el contrario, no se siente bien y presenta su carta de renuncia.

Pedro, nuevamente, es el paño de lágrimas de Paula quien sigue confiando en él. Durante una cena, hablan sobre su renuncia a Freydell, él le expresa su cariño y empieza a sentir que se está enamorando de la doctora en silencio.

Nidia está entre la espada y la pared pues Perafán le insiste en que se casen, o de lo contrario, dirá la verdad sobre la herencia. A la mujer no le queda de otra más que confesar que Juan Pacheco dejó todos sus bienes a nombre de Ana y su hija, y que Perafán la está chantajeando.

En cuanto a Pastor, quien sigue tras el Escamoso, le reclama por haber mentido, puesto que fue a visitarlo a la dirección que aparecía en la hoja de vida y no lo encontró. Pedro le confiesa su situación real en casa de la familia Pacheco y, además, lo invita a cenar allí, sin imaginarse que ahora sus amigos piensan que también es gay. Ante esta situación, y para evitar los comentarios, Pedro le confiesa a René que está enamorado de Paula.

A oídos de Mónica llegan los rumores del amorío de César, pero él se niega, mientras que Pedro defiende la reputación de Paula de los malos comentarios. Más adelante César le dice a Paula que ha firmado los papeles de la separación. Paula se alegra al creer que ella es la única mujer en la vida de su jefe, y del otro lado, se empieza a dar cuenta de lo que Pedro es capaz de hacer por ella pues supo que discutió con los demás por defenderla.

Aunque sea con mentiras, César está dispuesto a estar junto a Paula, por eso, la lleva a un apartamento de su propiedad y le dice que puede irse a vivir allí. René, quien se ha dado cuenta de la relación que se viene construyendo entre su jefe y Paula, le cuenta a Pedro lo que sospecha e inevitablemente se pone muy triste.

 Mónica, sigue sospechando de las andanzas de su esposo. Además, propone que Ana Dávila sea contratada como su asistente. Mientras que Pastor disimula sus sentimientos dejándole claro a Pedro que no está interesado en él y lo despide de su cargo.