Aida Luz es artista desde la cuna, creció entre acordeones, caja y guacharacas, poesía y el vallenato clásico.
Ricardo Bicenty Travesero
En los años setenta Alfredo Gutiérrez impuso un tema del maestro Abel Antonio Villa y que decía: «La muerte de Abel Antonio, en mi tierra la sintieron los muchachos, fueron cinco noches que me hicieron de velorio, para mis nueve noches todavía me deben cuatro…»
Muy pocos sabían del maestro, pero su historia se hizo famosa. Alfredo se consagró con el tema y no puede dejar de cantar en sus presentaciones.
Aida Luz Villa es hija del maestro y heredó su vena musical.
Acaba de lanzar un tema de su autoría titulado «Quiero dar un beso y no puedo», que refleja el confinamiento mundial por la pandemia del Covid-19.
La artista vallenata ha dicho también que no hay nada sobre la tierra más grande y fuerte que Dios. «Estoy segunda, dijo, que el Señor ya tiene la cura contra el temible y mortal virus y que muy pronto los científicos del mundo serán ungidos de sabiduría y amor para lograr la vacuna».
A su padre, uno de los juglares más grandes del vallenato, se le atribuye haber sido el primer hombre en Colombia en grabar una canción con acordeón. Es uno de los incunables del género vallenato. Logró de esa manera convertirse en el primer artista en plasmar en un acetato de manera comercial una canción del género vallenato en Colombia y por eso se le conoce también como el padre del acordeón.
Su hija Aida Luz es artista desde la cuna, creció entre acordeones, caja y guacharacas, poesía y el vallenato clásico.
«QUIERO DAR UN BESO Y NO LO PUEDO DAR»
La más reciente producción musical de Aída Luz Villa, socia de Sayco, se titula «Quiero dar un beso y no lo puedo dar», cuya letra recoge una serie de reflexiones humanas y religiosas sobre la emergencia sanitaria mundial provocada por el Coronavirus.
«Esta canción –dice la artista– la compuse llena de nostalgia y tristeza viendo la situación del mundo que lucha con un enemigo invisible llamado Covid-19, escuchando las noticias de tantos enfermos y muertos que está dejando esta pandemia. Decidí aportar mi talento y un día como hoy me asomé a la ventana y observé que las calles están solas y me dieron a ganas de llorar, fue en ese momento cuando empecé a escribir esta canción con lágrimas en mis ojos para aliviar los corazones llenos de desesperanza y dolor».
En el video clip oficial de la canción la acompaña el acordeonero Salo Villa quien aprovechó una entrevistas y presentaciones en Bogotá en ese momento, pero que a raíz del cierre del aeropuerto Eldorado no ha podido regresar a su ciudad natal. El video fue grabado en la casa de la artista vallenata cumpliendo y respetando los protocolos de bioseguridad y contó solo con la presencia física del productor.
Aida Luz Villa afirma que la canción está dedicada a los héroes sin capa, nuestros médicos que abandonan sus familias para entregar su profesión y preservar la vida de su prójimo, a los comunicadores sociales y periodistas que día a día se esfuerzan por darnos la mejor información.
La más reciente producción musical de Aída Luz Villa, socia de Sayco, se titula «Quiero dar un beso y no lo puedo dar».