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Néstor Humberto Martínez: EL MODERNO CABALLO DE TROYA

«La jugada de Néstor Humberto Martínez consistió en hacerle creer al presidente  Santos que: él era el alfil, que este necesitaba para culminar con éxito el proceso de paz, que no solo lo inmortalizaría, sino que pacificaría Colombia y, Santos le creyó; lo postulo y además, le hizo campaña para hacerlo elegir como fiscal. A nadie menos que: a semejante «Caballo de Troya».»

 

 

Néstor Raúl Charrupí Jiménez 

Ex presidente
Tribunal Superior de Popayán

 

HUMBERTO MARTINEZ SALCEDO, se llamaba un humorista colombiano satírico, auto apodado «Australiano Tapias» sindicado de ser de «izquierdas», lo que ahora llama, erróneamente además, la senadora Cabal y su marido, como «mamertos»; este humorista opto por comprometerse en su vida particular y publica, al lado de la dificultad, es decir, luchando por los sectores más vulnerables de la sociedad colombiana, lo cual hacia a través del sarcasmo y la ironía, con un fino y elaborado humor, despotricando de los poderosos y vindicando a los humildes.
Por ello, como descendiente, le quedo muy fácil «trepar» políticamente, al tristemente célebre ex fiscal Humberto Martínez Neira, hijo de  «Salustiano Tapias», amado por casi todos los colombianos, escalar los peldaños políticos de esta enrarecida y medio putrefacta escalera política colombiana, donde para subir se vale incluso todo y, en algunos casos especiales: lo antiético, rayando casi siempre con el delito, o inmerso en los linderos arcifinios del mismo.
Así las cosas, presumiendo del conocimiento que tienen los lectores, de los diversos nombramientos y ministerios que este personaje ha regentado, entre otras, sin mérito político alguno, salvo el de haber sido hijo del recordado humorista colombiano «Salustiano Tapias», se repite, ha tenido cualquier cantidad de cargos o empleos públicos, solo cambiando «habilidosamente» de divisa política o movimientos, cada dos o tres años.
En su última jugada política, porque lo subsiguiente ya no es política, sino pestilente politiquería cochina y barata, se hizo nombrar por el presidente Santos como «súper ministro», organográficamente cargo inexistente, con la subrepticia intención de «escalar» pro ahijado de  banqueros poderosos de Colombia, para ser Fiscal General de la Nación.
Su jugada consistió en hacerle creer al presidente  Santos que: él era el alfil, que este necesitaba para culminar con éxito el proceso de paz, que no solo lo inmortalizaría, sino que pacificaría Colombia y, Santos le creyó; lo postulo y además, le hizo campaña para hacerlo elegir como fiscal. A nadie menos que: a semejante «Caballo de Troya».
Entre otras, no se puede determinar quién le ha hecho más daño a ese proceso: Álvaro Uribe su enemigo natural de egos: Guerreándolo, o el mismo Santos, haciéndose semejantes autogoles: como un innecesario plebiscito o  nombrando y designando en su gobierno a «cantados» timadores y traidores.
Lo anterior se desprende no ya de conjeturas, sino de la muy buena investigación del periódico el Espectador, de un lado y, del debate de control político que hiciesen esta semana, los Senadores: Petro, Cepeda, Sanguino y Barreras, donde demostraron, «el iter criminéis» de la Fiscalía Colombiana, representada en Martínez Neira, para con burdas trampas, desprestigiar el proceso de paz, desacreditando su columna vertebral la JEP: Justicia especial para la paz.
No pretendo posar de mago, ni tampoco de agorero, pero nunca creí en lo de Santrichs, me parecía cantado y por sobre todo, muy elaborado (24.000 evidencias…) y no poder aportar ninguna prueba seria, entre otras cosas, porque eran inexistentes y terminar presentando solo una, la cual a pesar de ser un «torcido», en su propósito y fin , además machetera mente confeccionada y más de 20 veces editada; ahora inclusive pueden tener problemas judiciales los agentes de la DEA, ante la justicia del estado de NEW YORK, por haber engañado al juez, al sostener como prueba una falacia, induciendo a la justicia a cometer error.
El entrampamiento en la justicia norteamericana, solo sirve hasta la etapa instructiva, pero no en la judicial, es decir, el fiscal no le puede presentar al juez mentiras, en esa etapa, deben decirle lo que es, para que este pueda producir un justo fallo.
El presidente Duque, sin esclarecerse porque lo hizo, ha designado esta «alhaja» de Martínez Neira como embajador en España…Abrase visto, ese nombramiento es una «papa caliente» para España precursora del proceso de paz, para los colombianos en España que ya salieron a protestar, para las víctimas del conflicto y, por sobre todo, para el mismo proceso de paz.

Néstor Humberto Martínez, como «Caballo de Troya» ha sido militante de todos los partidos y partidario del presidente de turno logrando importantes nombramientos. Finalmente se matriculó en el uribismo, donde lo recompensaron con una embajada.