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Palmas del Pacífico: FUENTES DE ANTIOXIDANTES

Se trata de dos especies de palmas poco estudiadas y de alta presencia en el suroccidente colombiano, en donde el espectro de investigación y consumo se suele limitar a la palma de coco.

 

 

 

 

Las especies Oenocarpus –mapora y bataua–, presentes en el Valle del Cauca, demostraron ser variedades con propiedades antioxidantes y alternativas al azaí para la industria.

 

 

Sebastián Mora Mejía, ingeniero agroindustrial de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira, identificó estas dos especies por medio de una metodología de bajo impacto ambiental.

Se trata de dos especies de palmas poco estudiadas y de alta presencia en el suroccidente colombiano, en donde el espectro de investigación y consumo se suele limitar a la palma de coco, el chontaduro o el azaí, proveniente de Brasil.

Así, además de identificar un producto que representa nuevas alternativas como fuente de propiedades antioxidantes, es posible mitigar la gran explotación a la que ha sido sometida la palma de azaí, que con gran influencia brasileña ha llegado e invadido los mercados colombianos.

Al país han llegado productos populares derivados de esta palma, como suplementos alimentarios o más comerciales como bebidas, que aportan antioxidantes y nutrientes reductores de radicales libres, del envejecimiento de las células y de la ralentización de sus funciones, entre otros beneficios.

No obstante, ahora la especie O. mapora, o palma «Mil Pesillos» –como se le conoce en la zona–, demostró tener mayor contenido de compuestos orgánicos como fenoles, antocianinas monoméricas y mayor capacidad antioxidante, frente a la «Mil pesos» –O. bataua– y al azaí –E. Oleracea.

En este sentido, O. mapora se exhibe como alternativa al ya conocido azaí (E. oleracea) con características nutricionales similares, pero con un mayor valor en cuanto a propiedades antioxidantes.

Propiedades de gran potencial

Además de las antocianinas de los alimentos –pigmentos rojos, púrpura o azul presentes en hojas, flores y frutos– se identificaron compuestos fenólicos, contenidos también en alimentos como uva, té y cacao, en cuyo caso se presenta en forma de resveratol, dándoles el atributo de ser alimentos conocidos en el mundo por sus múltiples beneficios cardiovasculares.

«Esos colores son señales de antocianinas, muy conocidas por sus beneficios para la salud», afirma el ingeniero Mora.

El estudio fue exploratorio, y pese a sus importantes resultados iniciales, representa un primer paso para avanzar hacia el descubrimiento y la consolidación de la información acerca de estas palmas poco exploradas, pero con grandes beneficios demostrados.

«Aunque no se explotó la parte alimentaria, se aportó al conocimiento de dos grandes especies y de sus propiedades químicas», observó el investigador.

Alternativa verde

La metodología aplicada en este estudio es una variación de los métodos de extracción tradicionales que utilizan compuestos solventes contaminantes como metanol y cloroformo, los cuales generan trazas y residuos en los alimentos, además de afectar el medioambiente.

Por eso, por medio de etanol y agua, y una extracción asistida con ultrasonido, el ingeniero Mora logró obtener las propiedades de las palmas presentando un método que además de aportar al medioambiente evita que los objetos de estudio, en este caso posteriores desarrollos alimentarios, se contaminen y puedan afectar colateralmente a los consumidores.

«La toxicidad del etanol es casi nula, pues la mayor parte se evapora, y además es un solvente ecológico y seguro para utilizarlo en alimentos», afirma el ingeniero Mora.

Por otro lado, aunque se abordó una metodología a microescala, usando volúmenes significativamente menores 300 microlitros –es decir el 30 % de un mililitro– durante un periodo menor fue igualmente eficiente y se obtuvieron los resultados esperados.

Con las extracciones se evaluaron las características físicoquímicas y se encontró que los frutos de las tres palmas son muy similares y se diferencian especialmente por su cantidad de grasa en uno de sus usos más conocidos en la región: los aceites.

A Colombia han llegado productos populares derivados de esta palma, como suplementos alimentarios o más comerciales como bebidas, que aportan antioxidantes y nutrientes reductores.En Colombia cada año aparecen distintas especies de palmas. El estudio fue exploratorio, y pese a sus importantes resultados iniciales, representa un primer paso para avanzar hacia el descubrimiento y la consolidación de la información acerca de estas palmas poco exploradas.