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En pandemia: LA CRISIS DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Los medios de comunicación deberán reinventarse luego de la pandemia.

 

 

La COVID-19 ha significado uno de los retos más grandes para el periodismo contemporáneo. Tres expertos coincidieron en que, aunque los medios se han visto golpeados debido a la falta de publicidad, reducción de ingresos y contagios, ahora es cuando deben reinventarse y tomar nuevos retos informativos desde la gerencia.

Rodrigo Bonilla, director para las Américas de la Asociación Mundial de Editores de Noticias (WAN-IFRA), Eduardo Cué, periodista independiente con experiencia en Europa, América y África; y Fernando Quijano, director del Diario La República de Colombia, participaron en el foro Medios post COVID-19, coorganizado por la Delegación de la Unión Europea (UE) en Ecuador, Fundamedios (FDM) y Voces del Sur (VDS). La moderación estuvo a cargo de César Ricaurte, director ejecutivo de FDM.

PREOCUPACIÓN POR EL FUTURO

Marianne Van Steen, embajadora de la Unión Europea en Ecuador, dio la bienvenida y expresó su preocupación por el futuro de los medios desde varias aristas. Una de ellas fue la desinformación que, a su criterio, es tan nociva como la misma pandemia y pone en riesgo la democracia y la estabilidad de los países. Otra es la falta de protección que se da a los periodistas y los riesgos que deben enfrentar para realizar sus coberturas e informar a la ciudadanía. Por ello, está convencida que ahora es importante ampliar el debate. «Estamos viviendo una crisis que ha golpeado muy fuerte al sector de los medios, cuyo papel es más crucial que nunca para proporcionar información precisa», puntualizó.

CAYÓ LA PAUTA PUBLICITARIA

En Latinoamérica, la realidad es compleja. El representante de la WAN-IFRA expuso que, en Colombia, la pauta publicitaria cayó un 70%; en Brasil, 11 medios dejaron su versión impresa; en Ecuador más del 50% de impresos reportó una caída en circulación; mientras que en México los despidos a periodistas se aceleran.

INFORMACIÓN ES EL PETRÓLEO DEL FUTURO

Fernando Quijano reconoce que la industria mediática sufrirá un cambio profundo después de la emergencia sanitaria. Sin embargo, está convencido de que pese a los despidos y al cierre de medios, «la información es el petróleo del futuro» y la gente no dejará de informarse.

Quijano asegura que hay una trampa en creer que ahora todo debe volverse digital porque los medios, al no conseguir monetizar sus contenidos con éxito, terminan regalando contenidos a plataformas como Facebook, Instagram y Apple News. Para el director del periódico colombiano, la clave es buscar desde la alta gerencia un modelo de negocios sustentable con contenidos útiles y dar voces a quienes no la tienen.

PROFESIÓN EN MEDIO DE CRISIS

El periodista Eduardo Cué se sumó a la conversación, añadiendo que hoy en día el periodismo es sumamente necesario para las democracias, pero la profesión enfrenta una crisis económica sin precedentes. Añade que incluso la formación de periodistas va a cambiar, pues la mayoría de ellos no están preparados para cubrir eventos complejos. Menciona además que la falta de especialización de los periodistas en las redacciones para cubrir temas de salud, de ciencia y de medio ambiente en el contexto de la pandemia obligará también a replantear la formación académica que los futuros periodistas reciben en las universidades.

PRENSA LOCAL Y COMUNITARIA EN RIESGO

Para los expertos, la prensa local y comunitaria tiene un mayor riesgo de desaparecer con la COVID-19. Si bien antes de la emergencia sanitaria, los diarios venían tambaleándose en países como EE.UU., en donde han dejado de existir 1500 periódicos locales por la concentración de la información en las ciudades más grandes, ahora se enfrentan a un panorama más complejo.

Por ello, mencionan que su fortaleza está en conectarse de nuevo con la audiencia local y retomar la información in situ, aquella que les interesa a las personas de la localidad y no replicar noticias internacionales que no tendrán impacto.

El representante de la WAN-IFRA expuso que, en Colombia, la pauta publicitaria cayó un 70%; en Brasil, 11 medios dejaron su versión impresa.