Colombia lideró en el planeta tierra la corrupción con el manejo de los recursos económicos destinados para atender la pandemia de Covid-19.

Andrés Carmona

Orbedatos

Los corruptos pasaron por encima de las necesidades y la vida de un pueblo que afrontó la peor crisis sanitaria de los últimos 10 años en la tierra.

Los corruptos se apoderaron de los recursos de los más humildes, quienes en la actualidad afrontan la miseria en su máxima expresión.

Las autoridades gubernamentales dispusieron de los recursos públicos argumentando que serían para atender las necesidades de un pueblo. Hasta las reservas en oro fueron feriadas. Ahora la deuda externa crecerá y como siempre los más humildes tendrán que pagar los platos rotos con la famosa Reforma tributaria que se avecina.

Los órganos de control en Colombia que al inicio de la pandemia anunciaron la conformación de un bloque anticorrupción, poco a poco terminaron dejando a un lado los discursos veinti julieros donde anunciaban cárcel para los corruptos.

Poco a poco fueron llegando los poderosos que se apoderaron de los recursos estatales y los organismos de control determinaron retirarse en silencio con el argumento : entre bomberos no nos pisemos la manguera.

Hoy los acusados sacan pecho y siguen en su tarea de derroche y con su frase de combate: el vivo vive del bobo y el bobo del papá y la mamá.

Es por ello, que ante la falta de liderazgo en Colombia nuestro jurado en Primicia Diario determinó en esta ocasión en un año diferente designar a un antipersonaje como el personaje de Colombia 2020: La Corrupción en tiempos de pandemia.

Lo grave viene en camino

Pero como en Colombia la corrupción es dinámica, ahora viene lo grave, según apuntan algunos observadores, se trata del manejo de las vacunas.

El manejo estará a cargo del gobierno, lo cual significa que los beneficiarios serán como siempre los empresarios, los banqueros, los políticos y la fuerza pública.

Los contratistas empezaron el lobby para que las vacunas sean distribuidas por empresas  para poder beneficiarse económicamente.

Algunos congresistas aseguran que las vacunas serán utilizadas para el año 2022, que es el año electoral en Colombia.