¿Hasta cuándo Estados Unidos tolerará la supremacía mundial del régimen sino-asiático, extendiendo sus tentáculos a partir del Indo-Pacífico?.

Gerney Ríos González

director Centro Andino de Estudios 

La maquinación China doblegó a la americana, evidenciada con redes envolventes a partir de los años 90, cuando absorbieron todo lo que encontraban en el camino, donde USA, parecía un simple observador. ¿Hasta cuándo Estados Unidos tolerará la supremacía mundial del régimen sino-asiático, extendiendo sus tentáculos a partir del Indo-Pacífico? Igualmente, en un simple recorrido semiótico se produjeron hechos en la Unión Europea que brilló por su falta de reacción. En 1997, Singer fue adquirida por la también fabricante de máquinas de coser Pfaff, en manos del empresario chino James Ting desde 1993.

Singer Corporation es una empresa fabricante de máquinas de coser estadounidense, fundada en 1851 por Isaac Merrit Singer con el abogado neoyorkino Edward S. Clark. Toda su producción se realizaba en la ciudad de Nueva York que, durante 146 años, representó el orgullo de la manufactura «made in USA» hasta que cayó en manos asiáticas y cambió de jefe.

Pfaff fundada en Kaiserslautern, Alemania en 1862 por el fabricante del aparato Georg Michael Pfaff. La primera máquina fue construida manualmente y concebida para coser el cuero en la manufacturación de zapatos. En 1885 G.M. Pfaff apertura un almacén aktiengeselischaft que representaba el orgullo germano-teutón en Londres, extendiéndose por gran parte de Europa y América. 131 años después lo que simboliza dinamismo de un continente fue atrapado por un chino. Pero, ¿cuándo se crea la herramienta de coser?

El eje alemán-inglés sigue tejiendo. En 1755 aparecen los primeros prototipos en Londres al patentar Charles Weinsthal, de origen germano, una aguja para aplicar rudimentariamente en un tipo de costura mecanizada. En 1830 el gobierno francés reconoce a nivel orbital a Barthelemy Thimonnier, como el inventor de la máquina de coser.

Durante cuatro lustros de 1973 a 1993, Pfaff desató en Colombia una confrontación para desbancar del liderazgo en máquinas de coser a Singer, y lo logró. Pfaff es Pfaff y punto, imprimió un sello de calidad y el duelo entre Estados Unidos y Alemania prosiguió, recordando la caricaturesca Ley 39 de 1944 cuando «se decretó la concentración de extranjeros sospechosos de colaborar con los países enemigos de Estados Unidos». Centralización en el hotel Sabaneta de Fusagasugá, Cundinamarca, donde fueron privados de la libertad 100 alemanes por presión americana. Esto prosiguió, traspasó fronteras y el Grupo Andino fue testigo de un duelo de marcas, que emocionó a diseñadores, modistas y textileros.

Toda su producción se realizaba en la ciudad de Nueva York que, durante 146 años, representó el orgullo de la manufactura «made in USA» hasta que cayó en manos asiáticas y cambió de jefe.