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Relaciones de Colombia con Estados Unidos: «BOTAMOS NUESTRA DIGNIDAD A CAMBIO DE NADA»

Las mil y un formas de galantería y flirteo de nuestro país hacia Trump siguen sin encontrar formas de reciprocidad cantantes y sonantes.
Washington ha ido dejando paulatinamente sola a Colombia en su estrategia frente a Venezuela.

Sandra Borda Guzmán

.Con unas declaraciones lacónicas pero elocuentes, Trump hizo  evidente la separación de la Casa Blanca de la estrategia colombiana frente al régimen de Maduro en Venezuela. Una vez más, es claro que cuanto más trata de acercarse la administración Duque al Gobierno estadounidense, menos interés tiene este último en las muestras de lealtad colombianas.Temas relacionados

Mientras el presidente colombiano (al parecer por iniciativa del embajador en Washington) se mostraba afanado por apoyar la impopular y muy polémica candidatura propuesta por Trump a la dirección del Banco Interamericano de Desarrollo, Trump, por su lado y menos de una semana después, dejó claro que nunca estuvo convencido del hoy ya caído en desgracia ‘cerco diplomático’.
Trump confiesa que nunca pensó que el reconocimiento diplomático de Guaidó fuese una decisión realmente significativa. De hecho, según el mismo portal, en el libro de John Bolton este último narra cómo a Trump le pareció que Guaidó era una figura débil y sin mucha capacidad de producir cambio, mientras que a Maduro siempre lo consideró un tipo «fuerte». La simpatía del mandatario estadounidense por los autócratas ha demostrado no operar siguiendo la lógica de los sesgos ideológicos.Trump nunca creyó en la estrategia de mano dura propuesta por Bolton. De hecho, desde hace rato su gobierno está construyendo una estrategia de presión sobre el oficialismo venezolano para que se siente a hablar con la oposición, y otra vez, en la misma entrevista, Trump contempla reunirse personalmente con Maduro. Claro, eso sí, aclara horas después en su cuenta de Twitter que no hay que confundir negociación con debilidad y que solo se sentaría a hablar con Maduro para negociar su salida.

Pero la lógica política con vista a las elecciones de noviembre permanece intacta: con el fracaso del cerco diplomático y de la salida ‘de facto’ propuesta por Bolton y los republicanos más radicales, ahora la apuesta es por una aproximación diplomática más cercana a los intereses de los republicanos moderados, que no quieren ver a su país envuelto en una intervención militar ni suave ni dura, ni directa ni indirecta. Con esta estrategia, Trump puede perder Florida en las elecciones presidenciales, pero es posible que ello le signifique ganar en estados indecisos más aislacionistas.

Dicha reunión, sin embargo, sería el golpe de gracia para la diplomacia del gobierno Duque. Washington ha ido dejando paulatinamente sola a Colombia en su estrategia frente a Venezuela, y lo mismo ha hecho el resto de la región. Las mil y un formas de galantería y flirteo de nuestro país hacia Trump siguen sin encontrar formas de reciprocidad cantantes y sonantes.

Trump se resguardaba primero bajo la sombra del árbol de Duque, que prometía una salida rápida y eficiente de la crisis en Venezuela. Esa estrategia encontró aliados en miembros del Gobierno estadounidense hoy caídos en desgracia, y ello, sumado al fracaso de la propuesta y a las necesidades electorales apremiantes, terminó empujándolo hacia la única otra alternativa disponible: la negociación.

La respuesta colombiana frente a este cambio ha sido decadente. En vez de aprovechar el distanciamiento de Washington para ganar autonomía y algo de independencia en nuestra gestión internacional, estamos dedicados a auto reducirnos a la mínima expresión, a ofrecer más obediencia de la que nos piden, y todo con tal de tratar de recuperar la atención y simpatía del Gobierno estadounidense. Somos como el enamorado desesperado ante la indiferencia de su siempre esquiva amada: renunciamos no solo a pasar la página y mirar en otra dirección, sino que también botamos por la ventana lo poco que aún nos queda de dignidad internacional a cambio de muy poco, casi nada.