Aleftina Primelles, tanto su padre como su abuelo fueron pilotos.
Testimonio de una mujer rusa que nació el Día de la Victoria sobre el Fascismo, símbolo del triunfo de los pueblos de Rusia, día del orgullo nacional, de luto y de la memoria eterna.
Texto y foto
Lázaro David Najarro Pujol
Hace cinco años conocí en el evento por el Día de la Victoria sobre el Fascismo, efectuado en el Centro de Convenciones Santa Cecilia de la ciudad cubana de Camagüey, a Aleftina Primelles, sobreviviente rusa, hija de un piloto soviético de la Gran Guerra Patria (1941-1945).
Junto a casi un centenar de integrantes de la Asociación Ruso Parlantes en la también conocida Ciudad de los Tinajones, recordaba la memorable fecha. No dudó en concederme la entrevista. Sus ojos brillaban al tener la oportunidad de perpetuar tanto a su padre como su abuelo que fueron pilotos durante la Segunda Guerra Mundial.
Era una mezcla de orgullo, alegría, esperanza y dolor. Dolor por la pérdida de sus seres queridos. Me mostró fotos de su abuelo y la familia. Estaba conmovida. Su voz dulce y segura transmitía la pasión de una mujer que por el azar de la vida tuvo la posibilidad de sobrevivir en el vientre de su madre en una de las guerras más abominable de la historia de la humanidad.
Ante un contexto internacional complejo que se vive, donde Estados Unidos sigue los caminos de la exterminación de las personas, me miró fijamente como buscando la esperanza y abogando por un mundo más armónico y posible.
–La paz es el único camino para salvar la humanidad y no las hostilidades.
Ilustró que en pleno siglo XXI la tragedia de la guerra se repite en diversos países, impulsada por el imperialismo.
–¿No volver a vivir las penurias de tu familia, de tu mamá embarazada de usted en medio de un conflicto? ¿Qué sabes sobre tu padre héroe?
Abre una carpeta y muestra impresionantes evidencias de la guerra. Me Expone que según testimonios, fotografías e investigaciones realizadas por ella y otros documentos su padre, Nikolay Kiriushin, llegó a las puertas de Berlín, Alemania.
–La segunda Guerra Mundial fue muy dura no solo para los que estaban en el frente sino también para todo el pueblo soviético, me dice enfáticamente y mira al horizonte como buscando recuerdos de su niñez y las historias contadas por su mamá.
–Desde niña (nació en septiembre 1944), investigué sobre lo ocurrido en esa etapa triste de la vida de la humanidad y la aventura guerrerista de Alemania nazi. La victoria, que hoy celebramos todos, preservó la vida de millones de personas.
–Mi abuelo, Fiodor Eliseeva, murió en combate y 67 años después de comenzada la guerra encontraron sus restos y lo pudieron identificar entre otros elementos por el número de la chapilla de soldado y fue sepultado en su ciudad natal (Malaya Vishera), con todos los honores militares.
Sus ojos se humedecen. Intenta disimular su dolor. Son lágrimas afligidas y reservadas corren por sus mejillas.
— Mi mamá, Natalia Eliseeva, sufrió y recibió todo tipo de vejamen durante la ocupación de las tropas de la Alemania nazista en una pequeña comunidad cercana a la vía férrea entre Moscú y la entonces ciudad Heroica de Leningrado, actual San Petersburgo.
Explicó que para evitar el abastecimiento al Ejercito Ruso, ese ramal ferroviario y la ciudad fueron arrasados por los fascistas.
— Todo fue bombardeado, Mi mamá, milagrosamente, pudo sobrevivir.
Atestiguó que las mujeres de la casa fueron obligadas a permanecer en condiciones inhumanas en un henil, y a cocinar a los soldados nazis, quienes hacían sus necesidades fisiológicas delante de ellas. Todos los panales de abejas, le contaron, fueron destruidos privándoles del alimento del crudo infierno.
Lo único que quedó para la familia fue una vaca que pudo esconderse en el bosque, aseguró esta mujer que el este 9 de septiembre de este 2020 cumplirá 75 años de edad. Ella, cuando el Día de la Victoria sobre el Fascismo, acababa de nacer.
–Estuve en el vientre de mi mamá cuando la Segunda Guerra Mundial, o Gran Guerra Patria
No se puede olvidar la historia para que los tormentos que padeció el pueblo ruso no se repitan jamás, porque lo que hicieron los fascistas alemanes no es propio de los humanos.
Hace cinco años conocí en el evento por el Día de la Victoria sobre el Fascismo, efectuado en el Centro de Convenciones Santa Cecilia de la ciudad cubana de Camagüey, a Aleftina Primelles, sobreviviente rusa, hija de un piloto soviético de la Gran Guerra Patria (1941-1945).
http://www.radionuevitas.icrt.cu/opinion/4174-estuve-en-el-vientre-de-mi-mama-cuando-la-gran-guerra-patria-fotos.html
Estuve en el vientre de mi mamá cuando la Segunda Guerra Mundial, o Gran Guerra Patria
https://radiocamaguey.wordpress.com/2020/05/07/estuve-en-el-vientre-de-mi-mama-cuando-la-gran-guerra-patria/
«I was in my mother’s womb when the Great Patriotic War»
Testimony of a Russian woman who was born on the Day of Victory over Fascism, a symbol of the triumph of the peoples of Russia, a day of national pride, mourning and eternal memory.
May, 2020.- Five years ago I met Aleftina Primelles, Russian survivor, daughter of a Soviet pilot from the Canteria Convention Center, held at the Santa Cecilia Convention Center in the city of Camagüey. Great Patriotic War (1941-1945).
Along with almost a hundred members of the Russian Speakers Association in the also known City of Tinajones, he remembered the memorable date. He did not hesitate to grant me the interview. His eyes sparkled with the opportunity to perpetuate both his father and grandfather who were pilots during World War II.
It was a mixture of pride, joy, hope and pain. Pain for the loss of loved ones. He showed me photos of his grandfather and family. I was touched. Her sweet and confident voice conveyed the passion of a woman who, by chance, had the chance to survive in her mother’s womb in one of the most abominable wars in human history.
In the face of a complex international context in which the United States follows the path of the extermination of people, he stared at me as if looking for hope and advocating a more harmonious and possible world. Peace is the only way to save humanity and not hostilities. He illustrated that in the XXI century the tragedy of war is repeated in various countries, driven by imperialism.
Not to relive the hardships of your family, of your mother pregnant with you in the middle of a conflict? What do you know about your hero father? Open a folder and show impressive evidence of war. She tells me that according to testimonies, photographs and investigations carried out by her and other documents, her father, Nikolay Kiriushin, arrived at the gates of Berlin, Germany.
The Second World War was very hard not only for those who were at the front but also for the entire Soviet people, he tells me emphatically and looks at the horizon as if looking for memories of his childhood and the stories told by his mother. Since I was a child (born September 1944), I investigated what happened at that sad stage in the life of humanity and the war adventure of Nazi Germany. The victory, which we all celebrate today, preserved the lives of millions of people. My grandfather, Fyodor Eliseeva, died in combat and 67 years after the war began, they found his remains and they were able to identify him, among other elements, by the number of his soldier’s coat and he was buried in his hometown (Malaya Vishera), with all the military honors.
His eyes are wet. Try to hide your pain. They are distressed and reserved tears run down his cheeks. My mother, Natalia Eliseeva, suffered and received all kinds of abuse during the occupation of the troops of Nazi Germany in a small community near the railway between Moscow and the then Heroic city of Leningrad, now Saint Petersburg. He explained that in order to avoid supplying the Russian Army, that railway branch and the city were razed by the fascists. Everything was bombarded. My mom, miraculously, was able to survive. He testified that the women of the house were forced to remain in inhumane conditions in a hayloft, and to cook Nazi soldiers, who were doing their physiological needs in front of them. All the honeycombs, they told him, were destroyed, depriving them of the food of raw hell. The only thing left for the family was a cow that could hide in the forest, this woman assured that on September 9, 2020, she will be 75 years old.
She, when Victory Day over Fascism, had just been born. I was in my mother’s womb when the Second World War, or Great Patriotic War. History cannot be forgotten so that the torments suffered by the Russian people will never be repeated, because what the German fascists did is not characteristic of humans. (Text and photo: Lázaro David Najarro Pujol / Fuente, Primicia. El Diario de Todos)(Translated by Linet Acuña Quilez)