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Ring Francés: DEPORTE CANINO QUE INSPIRA PASIÓN

El ring francés es uno de los deportes de mordida de mayor tradición en el mundo, se practica originalmente en Francia desde finales del siglo XIX. Se utiliza como un programa en la selección de crianza de razas de perros de trabajo.

 

JUAN PABLO MORALES

Cuando tenemos una mascota que vive con nosotros es importante que busquemos una actividad física que satisfaga todas sus necesidades y les genere bienestar y calidad de vida. Existe una variedad de deportes caninos dirigidos a satisfacer estas necesidades, con grandes beneficios para nuestro perro y para el vínculo que tenemos con él. Sin embargo, es importante encontrar el deporte que se adapte a las características de su mascota y que, a usted, como su amo, le genere interés y deseo por practicar. En este caso hablaremos del Ring Francés, y sus bondades.

El ring francés es uno de los deportes de mordida de mayor tradición en el mundo, se practica originalmente en Francia desde finales del siglo XIX. Se utiliza como un programa en la selección de crianza de razas de perros de trabajo. Su rutina se basa en el desarrollo de ejercicios de obediencia, agilidad y protección, lo cual presenta un equilibrio idóneo para el desarrollo saludable de nuestro canino.

Este deporte satisface las necesidades instintivas básicas ya que le permite canalizar su energía por medio de la mordida y la caza de su presa. El resultado es un perro de mente estable y social que tiene un vínculo estrecho con su amo el cual disfruta de un perro saludable, ágil y obediente.

El perro que practica este deporte debe tener características mínimas. Estamos hablando de ejemplares de una raza grande y mediana que tengan instintos elevados, una composición morfológica apta para realizar saltos de exigencia y actividad física durante periodos extensos.  Razas como el Pastor Alemán, Pastor Belga, Rottweiler, Bóxer, Pitbull, Pastor Holandés, Doberman entre algunas otras, son las más comunes en la práctica del deporte

Es uno de los ejercicios de mayor control que demuestra que los perros no se entrenan en agresividad sino en control de impulsos, lo cual no resulta en un perro agresivo, sino un perro equilibrado.

Otro ejemplo lo encontramos en el ejercicio de rechazo de alimento donde se le enseña al perro a no recibir comida de un extraño, para prevenir aquellos malintencionados que buscan envenenar nuestro perro. Existe un sinnúmero de aplicaciones a la realidad que hacen de este deporte un gran atractivo para los amantes de los perros con funcionalidad deportiva.

Es uno de los ejercicios de mayor control que demuestra que los perros no se entrenan en agresividad sino en control de impulsos, lo cual no resulta en un perro agresivo, sino un perro equilibrado.