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Andrés Pastrana:EL QUE TIENE RABO DE PAJA NO SE ARRIMA A LA CANDELA

El día que Tirofijo dejó la silla vacía 

 

 

 

Néstor Raúl Charrupí Jiménez 

Ex presidente Tribunal Superior de Popayán 

 

Andrés Pastrana Arango, es un ex presidente colombiano, hijo a su vez de otro expresidente Misael Pastrana Borrero. Se trata de un personaje muy locuaz quien se hizo tristemente célebre por dos motivos:
El primero, porque en un ligero y apresurado proceso de paz con las FARC, le entregó a esta guerrilla, sin ton ni son, para que hiciera la paz casi medio país, o mejor uno de los municipios más grandes de Colombia el Caguán. Este proceso para Pastrana era un Set de Televisión con desfile diario de artistas, pareciendo más un montaje peliculero que zona de distensión para acometer la anhelada paz que requería Colombia.
La guerrilla de las FARC aprovechó semejante regalazo que le otorgaba ese bobalicón presidente, para pertrecharse, consolidar su poderío financiero y bélico, dejando la silla «vacía» donde debería sentarse Marulanda Jefe de las FARC a firmar la «paz».
Esta actitud, no sólo ligera y folclórica de Pastrana con secuenció o exacerbar el ánimo de los gringos, decidiendo intervenir en la guerra civil colombiana, pero no con un hombre de la farándula como Pastrana, sino con uno de guerra como Álvaro Uribe, con el consabido despelote guerrerista que aún padecemos.
El Segundo motivo de esa extraña celebridad de Pastrana, consistió en utilizar parcialmente informaciones suministradas por los gringos sobre la financiación de la Campaña presidencial de Ernesto Samper, quien derrotó a Pastrana en esa aspiración presidencial.
Estos dos hechos , sobre todo el desprestigio y el hazme reír nacional e internacional que causó su circense proceso de paz, aunado a la molestia que le causaba a su exagerado ego y vanidad, que Samper le hubiese ganado las elecciones con dineros de la mafia, lo llevaron a presentarse como uribista y, anti uribista, gavirista y, antigavirista, santista y, antisantista; siempre erróneo e incongruente.
La cacofonía lo de los casetes del proceso 8.000 prueba de financiación del cartel a la campaña de de Samper fue su lema, presumía eventualmente lograrse quitar este deshonroso estigma o «farolito» del Caguán, y que las gentes le diesen credo y dimensión a su denuncia, rompiendo la poca importancia o credibilidad que en la «Colombia política y palaciega» se le da a los dineros del narcotráfico.
En su febril, liviana y arrogante imaginación fue hasta la Comisión de la Verdad, para que esta le entregara lo que le hacía falta: credibilidad, para lo cual llevó una presunta carta de los hermanos Rodríguez Orejuela, la cual se la habían entregado hace 20 años, sindicado como beneficiarios de sus dineros ilícitos a Samper y Serpa. Con lo cual pretendía, no solo un gran escándalo político, sino reivindicar su imagen.
Pero le salió el tiro por la culata, Los Rodríguez reaccionaron de inmediato; manifestando la razón de esa misiva rubricada por ellos, aportada por el expresidente Pastrana a la Comisión de la Verdad, y la verdad según los Rodríguez, Pastrana no solo los chantajeo para que la firmarán, amenazandolos con extraditarlos, sino además, involucrando a Serpa, desde luego sano en todo este entramado mafioso.
El objetivo del susodicho chantaje era tapar una cuantiosa corrupción cometida en la heroica con el desalojo ilegal de las tierras de negros pobres de Chambacú. Donde la oligarquía local en complicidad con el presidente Pastrana se ganó ingentes cantidades de dinero.
Nos estamos enterando gracias a la locuacidad desenfrenada de este hombre de lo que realmente pasó en el proceso 8.000, quien con semejante rabo de paja se ha metido en la candela.