Delincuencia en las calles

Guillermo Romero Salamanca

El hampa campea por las 20 localidades de la capital de la República. Asaltos en la calle, hurto en las residencias, atracos a mano armada en los restaurantes, robo de vehículos, venta de alucinógenos en las principales calles y avenidas, manifestaciones políticas que acaban con almacenes y vehículos de transporte masivo se producen a diario ante la mirada expectante de las autoridades.

Hechos como el de una mujer que paseaba su perro en Chapinero y fue apuñalada por robarle el celular y el asalto masivo en el barrio Galerías donde los delincuentes golpearon a los comensales con armas de fuego, son algunos de los recientes hechos que han sucedido en Bogotá.

Ante el silencio del Secretario de Seguridad Aníbal Fernández de Soto  funcionario respaldado por el gobierno nacional uribista. Todos los días pasa algo y el silencio del secretario es total. Su antecesor por lo menos daba la cara y respondía ante los medios de comunicación por los hechos contra la seguridad de Bogotá.

«Sabemos que es un señorito que ni siquiera vista las localidades, porque sus compromisos son con los ministros de la Defensa y del Interior, interesados en la política de Bogotá», dijo un edil  de la localidad de Suba.

REACCIÓN

La inseguridad se le convirtió en un serio problema a la alcaldesa restándole puntos a su popularidad.

La Policía,  cuestionada por algunos sectores y criticada por la misma mandataria, permanece inmóvil ante la avalancha de la delincuencia común.

Lo grave es que la gente se cansó y está reaccionando, pero de manera violencia. Ya son varios casos en donde los delincuentes han resultado golpeados y despojados de sus ropas como una manera de escarnio público.

En buena parte de los atracos se utilizan armas de fuego