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Carlos Alfonso Velásquez: MILITAR QUE ASPIRA A SER PRESIDENTE

Carlos Alfonso Velásquez es oficial militar retirado, profesor universitario y analista político

 

 

 

Javier Sánchez 

Carlos Alfonso Velásquez es oficial militar retirado, profesor universitario y analista político y a partir de hoy precandidato independiente a la presidencia de la República avalado por un comité promotor de su candidatura integrado por militares en uso de buen retiro e hijos de militares de alto rango.

Este 4 de agosto el coronel (r) Carlos Alfonso Velásquez inscribió ante la Registraduría Nacional su nombre como precandidato a la presidencia de la república en representación del movimiento Concordia Nacional.

«Por mi pasado y mi presente, lo que he sido y soy, sé que tengo un perfil que puede liderar lo que más necesita este país: la Concordia Nacional. Dadas las condiciones del país donde vuelve a imperar la violencia, la inseguridad y existe la baja moral de la fuerza pública, mi perfil se orienta a aglutinar y convocar aquellos ciudadanos que creemos que el encauce de la patria se logrará a través de la democracia y la seguridad plena», afirma.  

Concordia Nacional el nombre que enmarca su propuesta política. Esta se basa en tres metas fundamentales: un Estado digno y eficiente, la pugnacidad política desactivada y una sociedad justa y solidaria.

Comenta Velásquez: «Llevamos casi 20 años en lo que se puede llamar un frente de trifulca o discordia nacional, sumando los dos periodos de Uribe y de Santos y el actual cuatrienio, en el que parecería que la discordia nacional empieza a ceder, pero no por acción gubernamental sino por cansancio. El pesimismo generalizado que se vive actualmente se da, en buena parte, por un divorcio entre ética y política protagonizado por los jefes políticos más visibles del país que nos tienen amarrados a todos en una especie de camisa de fuerza. Necesitamos salir de la polarización mediante la Concordia Nacional».

La iniciativa central del nuevo precandidato para lograr dicha meta es la de «elevar la temperatura de la ética pública del país», empezando por la Fuerza Pública. Velásquez cree que esto se logra a través de una combinación entre el buen ejemplo, políticas concretas de austeridad y acciones de educación que trascienden a través del tiempo.

«Es una iniciativa urgente. El país ha venido desde los años 90 para acá en lo que se puede llamar una catarsis de la ética pública por capítulos. Tenemos el proceso 8000, la parapolítica, Odebrecht entre otros, a lo que se suma las dolorosas verdades que venimos conociendo gracias a pronunciamientos tanto de la JEP como de la Comisión de la Verdad. Ha habido efectos purificadores desde la justicia, pero han sido insuficientes. Hay que llevar los efectos purificadores también al ejercicio político. Elevar la ética pública incluye la lucha contra la corrupción, pero no se queda sólo allí. Mi propuesta también se basa en una educación fortalecida en la parte formativa, en ética social y ciudadana. Los jóvenes liderarán la elevación de temperatura ética del resto de la sociedad. Será un proceso a mediano y largo plazo al cual será muy difícil dar marcha atrás», aseveró el aspirante.

Fue el oficial al mando del componente del Ejército del Bloque de Búsqueda contra el cartel de Cali.  Unos años después, ya como segundo comandante de la Brigada 17, denunció las conductas sospechosas del entonces Brigadier General Rito Alejo del Río en torno a actuaciones junto a grupos paramilitares en la región del Urabá antioqueño.

Sobre su experiencia previa para lanzarse al ruedo presidencial, el precandidato dice: «Es conveniente pero no indispensable ejercer la política en su expresión electoral para lanzar una precandidatura como la mía. Yo ejercí cargos públicos durante treinta años cuando fui militar. Con diferentes dirigentes se podrán restablecer cercanías políticas cuando reconozcan al Velásquez de hoy. Mi marca diferencial será ser leal a la verdad cueste lo que cueste. La gente se va a dar cuenta de que ahí está la diferencia».