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En Colombia:EMPRENDIMIENTO LLEGÓ TARDE Y MAL HECHO

Lo vergonzoso de la actividad legislativa del emprendimiento, es que la Ley beneficia en un 70% los grandes sectores empresariales del País.

 

 

 

El emprendimiento llegó tarde a Colombia y mal hecho. Los recursos son destinados para los grandes empresarios. La quiebra de la llamada «economía naranja» perjudica a los jóvenes.

 

Víctor Alejandro Rhénals López

Jurista

Hoy muchos jóvenes buscando que hacer para obtener alguna ganancia, conseguir un trabajo o poder estudiar. Es bueno que Colombia impulse el emprendimiento para obtener ganancias económicas, pero no solo para el beneficio de unos pocos. Es por ello importante hacer el siguiente recuento jurídico.

En nuestro País se escuchó por primera vez de emprendimiento en el año 2018, con el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022-Pacto por Colombia con legalidad, emprendimiento y equidad para todos, enfocado en la transformación empresarial, el desarrollo productivo, la innovación y la adopción tecnológica, posteriormente en el Consejo Nacional de Política Económica y Social CONPES el pasado 30 de noviembre de 2020 aprobó el Conpes de la «Política Nacional de Emprendimiento» No. 4011 con el fin de fortalecer la cultura emprendedora. Innpulsa, la Agencia de Emprendimiento e Innovación del Gobierno en 2020 sin Ley aprobada inicio las ferias virtuales de emprendedores para generar más desarrollo económico y oportunidades y el 31 de diciembre del mismo año se aprobó en el Congreso de la República con mensaje de urgencia del Gobierno Nacional la Ley 2069 que regula el emprendimiento en Colombia.

El emprendimiento es una nueva megatendencia a nivel mundial que debido a la incertidumbre laboral de los últimos 10 años ha venido cambiando los mercados y transformado la economía por la desaparición del primer empleo en los jóvenes y una independencia económica, sin embargo, hay factores adicionales que generaron la necesidad de emprender en nuestro País, entre ellos el Covid 19, el desempleo juvenil que en el segundo trimestre de 2020 estaba en una cifra preocupante 29.7% y en el 2021 y según el DANE subió un 5.7% más, la inactividad de las mujeres, hoy 62.5% de mujeres se quedan en casa, la pérdida de 5.4 millones de empleos y una informalidad del 47.7%.

El Mundo inicio a emprender mucho antes: La ONU el 7 de diciembre de 2013 aprobó la Resolución de Emprendimiento para el Desarrollo, aquí fue la primera vez que se reconoció al emprendimiento como una herramienta importante para la reducción de la pobreza; en el Foro Mundial de Educación celebrado en Corea el 19 y 22 de mayo de 2015, por una educación equitativa para todos, originado por el desempleo creciente, el envejecimiento de la mano de obra, la migración, y los avances tecnológicos; con el programa de promoción del emprendimiento y la innovación Social y juvenil en América Latina de la OIT y el PNUD celebrado en Panamá 2016 a través de experiencias innovadoras; además, la ONU estableció el día de las PYMES, por iniciativa en el 61º Congreso Internacional de Pymes, también intermedio de la Agencia de Desarrollo Industrial (UNIDO) firmó en noviembre de 2018 la Primera Declaración Global de Emprendimiento; la UNESCO dentro de su Programa Global de Educación estableció para el 2030 unos Objetivos de Desarrollo Sostenibles–ODS con el fin de aumentar sustancialmente el número de jóvenes y adultos que tienen las competencias técnicas y profesionales para acceder al empleo, trabajo decente y el emprendimiento; el 2 de septiembre de 2020 la Alianza de Cooperativa Internacional dijo que la ONU reconoció a las cooperativas impulsoras claves del emprendimiento social, juvenil y del desarrollo y la organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. UNESCO realizó el 27 de julio de 2020 un Encuentro Internacional de Emprendimiento y Juventud organizado por el Organismo Internacional de Juventud para Iberoamérica – OIJ.

Las alianzas internacionales y los compromisos adquiridos con los organismos multilaterales concibieron que los Países se pusieran en la tarea de regular el emprendimiento, uno de los primeros en empezar fue España, que con la Ley 14 del 27 de septiembre de 2013–Ley apoyo a los emprendedores y su internacionalización; Francia con su Ley de Orientación y Programación sobre Política de Desarrollo y Solidaridad Internacional de 7 de julio de 2015; Argentina con la Ley 27349 del 30 marzo de 2017-Ley de Emprendedores; Brasil el 9 de febrero de 2018 creando el Marco legal de la ciencia, tecnología y la innovación; Ecuador en su número de registro: R.O 151 Año I, publicado el 28 de febrero de 2020; Chile con la Ley 20416 del 30 de noviembre de 2020; Colombia se encuentra entre los últimos Países con la Ley 2069 el 31 de diciembre de 2020.

La iniciativa emprendedora llegó tarde a los colombianos, además la norma estableció 1 año más para que las entidades del Estado faciliten el desarrollo sobre modelos de negocios de dichos emprendimientos.

El objetivo de la nueva Ley fue supuestamente impulsar el emprendimiento en Colombia para un mayor desarrollo productivo, norma que favorece el emprendimiento de las industrias reguladas, pero poco se habla de los emprendimientos para los demás ciudadanos. Los temas de la iniciativa son: Modelos franquicias, procesos de capacitación para el sector agropecuario, constitución sociedades mutuales entre personas jurídicas, creación de cooperativas Mipymes, establecer nuevas reglas para el Ministerio de Comercio, cambiar algunas reglas en la contratación estatal, promover la innovación tecnológica para las empresas, aprovechamiento de los laboratorios de innovación del Gobierno Nacional, emprendimientos sociales en zonas rurales, pero no dice cómo funciona, emprendimientos verdes en zonas rurales, emprendimiento de estudiantes beneficiarios del Icetex, crear la red regional de emprendimiento, la red de empresarios solidarios para acompañar a las microempresas y el voluntariado del emprendimiento.

Los legisladores aprovecharon la Ley de emprendimiento para introducir temas que no tenían nada que ver con emprendimiento como la visa y seguro médico para nómadas digitales y trabajadores remotos que ingresen al País, reglamentar el uso de la firma electrónica, tarifas diferenciadas de registro ante el Invima, tarifas de impuestos departamentales, causal de disolución de sociedades comerciales, deliberaciones de junta de socios de empresas, sistema de información para actividades económicas informales (SIECI) del DANE, contabilidad simplificada para microempresas, formalizar a los vendedores informales para se registren en la ventanilla única empresarial de la DIAN, eliminar y modificar artículos del Estatuto Tributario, diagnósticos ambientales para la transición energética del sistema interconectado nacional, modificación de Constitución de las Cooperativas, devolución saldos del IVA, el Fondo Nacional de Garantías SA se vincule a otro ministerio.

Lo vergonzoso de la actividad legislativa, es que la Ley beneficia en un 70% los grandes sectores empresariales del País con: Microcréditos para micronegocios del sector turismo, afiliación a las cajas de compensación familiar de trabajadores independientes, microseguros para los emprendedores con el fin de endeudarse con tiempo, seguro mipyme para proteger los proyectos del Estado, los intermediarios de los microcréditos deben reportar sus honorarios, financiación colaborativa o crowfunding para apalancar proyectos de emprendimiento, alivios financieros para emprendedores a partir de 2022 y nuevas inversiones en ciencia y tecnología.

Proyectos de Ley que buscan fortalecer los fondos de capital privado de las empresas con recursos del Estado, establecer una política pública emprendimiento social con recursos del Gobierno Nacional, profesionalizar el emprendimiento musical, promover ferias de trabajo, establecer líneas de crédito, emprendimiento de mujeres, emprendimiento rural para que el emprendedor ya no sea productor agropecuario, sino empresario agropecuario, incluir a los jóvenes al sector agrícola y emprendimiento de comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras, adoptando además medidas crediticias, una nueva burocracia creando la ruta de emprendimiento para mujeres «EME», el Centro de Emprendimiento Rural «CER» y el Fondo de Emprendimiento Afrocolombiano «FONDOAGRO».

Ninguno de estos proyectos menciona de donde salen los recursos para todo esto, cuál es el monto de los créditos que se podrían destinar para los emprendimientos, ni cuáles son los requisitos para desembolsar la plática.

La ley y las iniciativas tardías emprendedoras del Gobierno Nacional y el Congreso aún no favorecen al pequeño empresario, a las organizaciones sociales, a ese joven innovador que quiere inventar algo para emprender, a los que llevan mucho tiempo armando su emprendimiento, al emprendedor de calle, al emprendedor técnico que tiene la habilidad, al visionario que necesita montar su emprendimiento en una plataforma tecnológica y no tiene plata. No creo que estas regulaciones y su intención favorezcan a los jóvenes emprendedores en general, aquí no hay nada para ellos, no existe en ninguna de las iniciativas emprendimientos para la protección de los recursos naturales o la descarbonización del medio ambiente, creo que nos estamos quedando atrás, necesitamos muchos ajustes.

Muchos emprendimientos que los colombianos quieren aportar ya han sido implantados y madurados en otros Países, nos llevan una ventaja emprendedora de 7 años.

Hoy no solo se necesita pasión para emprender y un mayor apoyo del Estado a sus ciudadanos, necesitamos al emprendedor social para resolver los problemas sociales, al emprendedor especialista que ajusta sus pensamientos, a ese emprendedor multifuncionales que hace muchas cosas a la vez, el emprendedor por accidente que con sus errores descubre nuevas cosas, el emprendedor oportunista que identifica la oportunidad, porque no el emprendedor inversionista que tiene los recursos y busca ideas para colocar su dinero, el emprendedor por necesidad que debido a una situación personal inician un negocio y al emprendedor innovador que busca solucionar sus problemas a través de la tecnología.

Ansiedad, depresión y una terrible sensación de angustia son algunas de las cosas que nadie cuenta sobre emprender. Varios emprendedores españoles nos cuentan sus peores experiencias.