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Comunidad Internacional: LA GOTA FRÍA PARA DUQUE

Comunidad indígena del CRIC

 

 

 

Néstor Raúl Charrupí
Ex presidente Tribunal Superior de Popayán 
El gobierno nacional, con el debido respeto, no tiene autoridad legal  y mucho menos moral, para sugerirle a la minga indígena que se vayan de Cali, a sus resguardos, entre otras cosas: porque legalmente ellos pueden estar en cualquier parte del territorio nacional, si les da la gana, independientemente si lo quiere el presidente o no.
Al presidente colombiano le ha dado por tratar tacita, pero excluyentemente a las comunidades indígenas, veamos: en el 2019 no recibió una numerosa minga indígena trasladada desde los confines del Cauca, hasta la céntrica plaza de Bolívar en Bogotá,  con más de 600 kilómetros de trayecto recorrido, todo esto, para que el presidente los escuchase, pues tienen a su  haber; más de 1200 convenios con el gobierno nacional y, este les ha incumplido, algo así, como 1150 de tales pactos.
Tal reunión, no fue posible realizarse, a pesar que se hizo en medio de un concurrido y numeroso paro nacional contra Duque, y que la minga contó con la evidente simpatía de los colombianos, que en todo el trayecto recorrido les brindaban, con fervor y simpatía, refrescos y viandas a granel. Esta reunión no fue posible, por la inexplicable negativa, además expresa, del susodicho presidente.
Ahora en el 2021, después de una absurda confrontación civil, entre algunos vecinos de exclusivo sector de Cali y la minga indígena; donde estos determinados moradores, algunos con armas de fuego, querían impedirle el paso de acceso a Cali, a los indígenas, que venían a respaldar el paro nacional contra el gobierno, atiborrados sus vehículos de gentes, en sus tradicionales y pintorescas chivas o camiones.
Formándose de la confrontación una peligrosa furrusca, con un saldo de más de 9 indígenas heridos con arma de fuego, los cuales están siendo atendidos en la Clínica Valle del Lili. Lo anterior fue una de las gotas que rebozo la copa, de las solicitudes que se le hacían al presidente, para que viniese atender personalmente el orden público de Cali, que exigía su presencia, como primer mandatario y que se estaba cada vez deteriorando aún más.
El presidente rompe su manifiesta y terca voluntad, la de no venir a Cali y, decide hacerlo, eso sí, con el mayor sigilo, subrepticiamente y a la madrugada, en la penumbra además, pues al Alcalde lo levantan de su lecho a la 1:30 de la madrugada. No para hablar con los promotores del paro, sino con sus mismos funcionarios, que envió desde Bogotá, con los cuales ha hablado, hasta la saciedad, todos los días del paro. (Yo con Yo).
Dejando de su oculta  visita a Cali, mensajes que previamente nos los había expresado por Televisión. Pero, referido a los indígenas, uno nuevo: que se marchen para sus resguardos.
Aunque el presidente tiene ahora un importantísimo actor, que poco lo quiere y que ama a los indígenas, o mejor que por despreciar a los indígenas poco lo quieren: la Unión Europea.
A más de las recomendaciones que se le dan para que haga su mejor esfuerzo, frente ando y solucionando este descomunal lío, que el con su  gobierno lo provocó, entre otras, no sabemos cómo termina, nos está dejando muy mal parados ante la comunidad internacional.