Duverney Álvarez Moreno

Orbedatos

Es tan fácil hablar, pero tan complicado comunicarse parece concluir Duverney Álvarez Moreno, al redactar su libro «Nadie recordará lo que callamos».

El asesor jurídico de la Policía Nacional, abogado de la Universidad de Manizales y especialista en Derecho Internacional del Transporte, de la Universidad Externado de Colombia, determinó escribir este libro para invitar a hablar con la pareja, los hijos, los padres, los amigos y lo más importante, «no guardarse el amor, lo que nos molesta o preocupa».

No decir las cosas o no decirlas a tiempo es alimento para la salud mental y afectiva acción para las buenas relaciones humanas.

En el 2017 redactó el Código de convivencia y seguridad ciudadana, que fue resaltado por la fundación Corazón Verde y fue reconocido como el mejor suboficial de la Policía Metropolitana de Manizales y desde el 2018 está dedicado a la docencia.

Duverney nos narra su historia de una manera sencilla. Sin grandes metáforas pone a disposición de los lectores unas reflexiones de vida que lo llevaron a cambiar ese lugar de indiferencia y apatía ante el mundo por una preocupación y un altruismo que lo hace desear gritarle al mundo que salir de ese aislamiento si es posible, que hay un camino de servicio y de amor que es mejor no solo para uno mismo, sino para hacer del mundo un lugar mejor.

Es un policía abogado en buen retiro y no soportó callar más y, por ello, invita a otros a romper el dañoso silencio que corroe el alma y es fuente de arrepentimientos tardíos.

Muchas veces por miedo o por respetos humanos se guardan las cosas y Duverney tuvo el valor de no solo hablar sino de escribir y dar pautas para romper el silencio.

Nadie recordará lo que callamos en un libro vigente en una sociedad adicta al celular a las redes de Miles de amigos, pero donde se está solo en un mundo interno.

Es una invitación a ponernos en contacto con los demás con caridad y de manera oportuna, pero hablando a la cara sin tapujos.

Es un policía abogado en buen retiro y no soportó callar más y, por ello, invita a otros a romper el dañoso silencio que corroe el alma y es fuente de arrepentimientos tardíos.