Editorial: EL PARO EN LAS NEGOCIACIONES

Definitivamente el Gobierno Nacional no quiere negociar con el Comité del Paro Nacional. Buscan cansar a la gente de las protestas.

En otras palabras, el gobierno entró en paro para las negociaciones.

La negociación se inició «Yo con Yo». Posteriormente el presidente se reunió con los hijos de Uribe y luego con los hijos de los altos funcionarios y dirigentes del centro democrático para decir que estaba escuchando a la juventud.

Después de semanas de simulacro de diálogo salieron campantes los funcionarios del gobierno a decir que el comité no representa a todos los que se encuentran en protesta. Es de decir que las conversaciones se harán en cientos de mesas buscando llegar a unos «acuerdos.

La situación de Colombia no es para actuar con doble personalidad. Públicamente se reclaman acuerdos y privadamente se busca que el paro siga para que se desgasten las organizaciones que orientan la movilización de las gentes.

La comunidad internacional comenzó a reclamar con justa causa que las partes se pongan de acuerdo lo más pronto posible al observar las continuas dilaciones del gobierno.

Es así como acaban de designar un Alto Comisionado para la paz y antes de posesionarse lo envían a negociar a Buenaventura. Luego de las conversaciones en este puerto llegan a un acuerdo y el gobierno nacional procede a descalificar y anular las conversaciones y las negociaciones.

En un país decente un funcionario que es utilizado para hacerle la burla a un pueblo, hace rato ya habría renunciado, pero en Colombia sucede todo lo contrario.

Las manifestaciones de  la ciudadanía continuarán, las brutalidades policiales seguirán y el gobierno nacional buscando la dilación del conflicto social en busca de réditos políticos.

La gente debe reflexionar y hacer un examen minucioso antes de votar por una dirigencia que busca el enriquecimiento de los más poderosos y la miseria de los más pobres.

¡Colombia, Colombia, Colombia!, ¿Hasta cuando tanta injusticia?