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Editorial: TRIUNFÓ EL PUEBLO 

Editorial: TRIUNFÓ EL PUEBLO 

 

A  Colombia le tocó salir a protestar, arriesgando su vida como consecuencia de la pandemia de la Covid-19 y la violenta represión de las fuerzas armadas y de policía contra un pueblo hambriento y en la miseria ante el mal manejo de un gobierno prepotente, y orgulloso.

La protesta fue total en ciudades, en municipios, veredas, corregimientos barrios y caseríos la gente no aguantó más y expresó su indignación en las calles, en las pancartas, avisos, gritos y manifestaciones.

Los colombianos en su inmensa mayoría, clase media, baja y en la miseria un gobierno nacional indolente quiere colocar toda la carga fiscal para seguir derrochando y manteniendo la politiquería que se ejerce desde los partidos políticos que respaldan la administración donde se benefician unos pocos de los recursos que deben destinarse a la gente.

Aviones de guerra, armas, gases lacrimógenos, encuestadores, manipuladores de las redes sociales, burócratas que se apoderan de los bienes del Estado para satisfacer sus egos con el patrocinio del gobierno nacional, nos llegaron al hueco fiscal que pretenden que la gente más pobre lo pague para beneficiar a los grandes capitales que tradicionalmente les financian sus campañas políticas.

Un gobierno que ha convertido a la policía y al ejército en organismos de terror sin importar las consecuencias registradas de un pueblo que reclama sus derechos y como respuesta recibe la muerte, los heridos, secuestrados y hasta insultados y humillados.

Razón tenía la hoy alcaldesa de Bogotá que Iván Duque, no tenía la mínima experiencia para manejar un país indicando textualmente que en su vida: «Ni siquiera había administrado una tienda».

Nadie hizo caso. Mientras que el cuento inventado por los actuales gobernantes del llamado: «Castro-Chavismo», que fue el «coco» que causó terror y llevo a los colombianos a votar para salvar al país, hoy la mayoría que tomó esta determinación se encuentra defraudada y arrepentida.

El  inexperto presidente que pudo evitar las noches de terror, muerte y violencia que vivió Colombia no ha tenido la humildad de decir que se equivocó por el contrario desafiante contra un pueblo quiere seguir en su carrera de llevarnos a la miseria donde buena parte de nuestros compatriotas ya se encuentran.

Pero el pueblo no se declara triunfalista por cuanto la verdadera batalla continúa hasta lograr a través del voto no volverse a equivocar escuchando a los falsos profetas que anunciaban que si no votaban por ellos esto se iba a convertir en Venezuela. No somos como Venezuela, sino mucho peor con el gobierno que anunciaba en campaña bajar impuestos y aumentar salarios.

La gente ya está lista para la nueva batalla que es la reforma a la salud que de manera clandestina está avanzando en el Congreso y donde el colombiano tiene que pagar de todo y por todo.

Sin embargo la clase dirigente de este país responsable directa de la pérdida de 50 billones al año en materia de corrupción no toma ninguna medida contra estos vándalos.

 ¡Basta Ya! Decimos los colombianos de los atropellos que somos objeto.