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EL FANTASMA

Rosie Huntington-Whiteley

 

Los mejores deseos para el 2022 les desea El Fantasma, el crítico y comentarista del espectáculo de Colombia.

Buenas y malas noticias tuvieron este 2021 en materia de espectáculo y lo que se prevé tampoco es de buen augurio.

La reactivación del espectáculo llegó luego de miles de peticiones se pudieron realizar fiestas, fandangos, aquelarres, conciertos, espectáculos de toda índole en medio de una pandemia y de nuevas variantes de Covid-19 sin las más mínimas normas de bioseguridad.

Los mandatarios locales lo único que hicieron fue dar el visto bueno ante la avalancha de peticiones y excusas como la falta de empleo, el paro que casi devasta al país, las protestas masivas y la destrucción de los transportes masivos.

Igual los fanáticos de la rumba, con o sin permiso, organizaron decenas de fiestas clandestinas y poco les importó que las UCI estuvieran al tope.

Para este fin de año la expectativa es gigante. Carnavales, Ferias y Fiestas hay por doquier. Turistas y despistados viajeros deambulan por las calles, parques, plazas, ríos, piscinas en una alocada forma de buscar los males al cuerpo.

Es un espectáculo tétrico donde la salud es la que menos importa.

En materia de televisión fue muy poca o escasa la oferta de programas nacionales. Las reservas en presupuesto se notaron. La pauta publicitaria disminuyó en forma considerable. Las empresas aguardan los sucesos políticos del 2022. Todo dependerá de los resultados para invertir.

Por el lado de Caracol Televisión tienen una apuesta que es la de Arelys Henao, una bionovela sobre la popular cantante. En RCN TV la expectativa está en su novela La Nieta y en MasterChef.

Continuará «Sábados felices», gracias a dos viejitos sordos. Los creativos de Caracol Televisión, luego de unas 15 reuniones, llegarán a la conclusión que meter más personajes de Don Jediondo sería contraproducente.

La programación de la televisión en general seguirá pasando novelas turcas, coreanas o refritos nacionales. Los realitys como Yo me Llamo y Desafío estarán a la orden de la pantalla chica para quienes aún no tengan otras opciones.

Los canales tendrán una diversión en el 2022 y será la campaña a la presidencia. Amparados en lo que les digan las bodegas que manipulan las redes, los periodistas tendrán supuesta información de los distintos contenedores. Ya se acabaron los debates, la plaza pública y las ideas. Ahora la apuesta será por el que diga más mentiras sobre el otro y ganará quien sepa responderlas.

Los alegatos en las antiguas salas de redacción se trasladarán a los regaños en las bodegas, donde el odio y el rencor estarán a la vista.

DirecTv y Claro tienen la soberana amenaza de infinidad de canales y de posibilidades que brindarán Netflix,  Amazon y otros portales.

YouTube seguirá inundando de publicidad todos los programas que se suban a esa red. Ya llegará el momento que será casi imposible ver una película o una canción ante la ola de comerciales. Insoportable se ha vuelto esta red con infinidad de publicidad.

La música tendrá sus cambios. Seguirán al estrellato los que tengan dinero para pagar «likes» en las redes sociales.

El vallenato pasará cuentas a tantos desmanes que ha cometido con cantantes y compositores de medio calado. El festival deberá revisar sus normas. Se deberán presentar quienes al menos, tengan un disco grabado. Ha corrido una carrera en la que los participantes compiten con cuatro canciones que han ensayado durante un año para ganar.

Los conciertos populares deberán cambiar. Ya no más besos y abrazos en tarimas, menos alcohol y otras yerbas.

En la radio la sintonía por el pago de arriendos, recibos de servicios públicos y conciertos de cantantes de mediana voz, pero muchos besos en tarima, serán el predominante en el 2022.

Un panorama poco claro se presentará en este próximo año en materia de espectáculos.