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Nota Editorial: LLEGÓ LA HORA PARA CAMBIAR 

Llegó la hora de Colombia para cambiar en todos los aspectos. Llegó la hora de decir adiós  a los malos gobiernos, a los malos políticos, a los malos empresarios y a quienes buscan lucrarse de manera descarada con los recursos de todos, a través de la corrupción.
Los cambios son necesarios y fundamentales para combatir los perversos gobiernos, acabar de una vez por todas con los criminales de la corrupción y evitar que millones de compatriotas se les nieguen los servicios básicos de salud, educación, vivienda y servicios públicos.
Es una oportunidad que tiene Colombia de renovar su clase dirigente ante el fracaso contundente.
Es necesario buscar el liderazgo entregado a la delincuencia de «cuello blanco» a los nuevos líderes de la comunidad.
Colombia merece una mejor suerte. Un país que ha resistido el saqueo de los corruptos de manera descarada que han llegado a manejar las finanzas de este país.
Colombia es grande y puede cambiar las delincuenciales costumbres instaladas por unos bandidos en contra la mayoría del pueblo que son gentes buenas y honestas.
Es por ello que llegó el momento de acabar con la delincuencia para devolverle la soberanía  y la dignidad a un país abusado por un puñado de cafres.
Uno de los principales cambios se puede realizar en el relevo de algunos corruptos que han alcanzando hacer parte del Congreso con el único propósito de llenar sus bolsillos con los dineros procedentes del Estado.
La consigna de Colombia es buscar gente trabajadora y no los mismos politiqueros que se han dedicado a vivir ellos, sus  familias de los recursos gubernamentales.
Llegó la oportunidad de llevar a la presidencia de Colombia una persona que tenga las calidades y cualidades que le faltan al actual jefe de Estado.
Colombia tiene la oportunidad de encaminarse por los senderos del progreso con gentes honestas alejadas de la delincuencia que ha permeado a nuestro país.
Llegó la hora del cambio para Colombia y sus gentes.