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Nota editorial: RELACIONES EXTERIORES DE MAL EN PEOR

RELACIONES EXTERIORES DE MAL EN PEOR

Colombia ha antepuesto los intereses personales de la dirigencia política a los intereses generales de los colombianos en materia del manejo de las relaciones exteriores y como consecuencia de ello repite sus derrotas en ese campo.
Equivocaciones con el apoyo al candidato Trump fue una de las torpes acciones del Partido de Gobierno colombiano en los Estados Unidos.
La recurrente idea del presidente Duque de derrocar al presidente Maduro, le hizo perder la seriedad en el campo internacional y al declararse amigo y admirador de Juan Guaidó que de presidente reconocido por 35 país , pasó a ser un personaje típico en Venezuela.
El aislamiento internacional de Colombia fue latente en México durante el encuentro de los países de la CELAC.  Enviando mensajes negativos por la presencia del Jefe de Estado venezolano Nicolas Maduro, cuando un líder debe ser propositivo y presentar iniciativas que sean acogidas y desarrolladas por los demás países.
Ahora para ponerle la cereza al postre, se presenta el tema con Nicaragua. Un tema manejado con politiquería cuando debió haberse realizado con diplomacia y con la jurisprudencia internacional. A Colombia la representa el mismo equipo jurídico perdedor del anterior pleito que le entregó una buena parte de nuestra riqueza marina a Nicaragua.
Desperdiciar la oportunidad de hablar en la ONU sobre la paz y la responsabilidad de Colombia en la materia y anunciar acciones decididas, pero no, fue todo lo contrario culpabilizar al gobierno que logró el desarme de las FARC, mientras que en ningún momento se reconoció las acciones gubernamentales actuales en volver trizas el acuerdo de paz.
Los expertos observan el caso que se desarrolla en la Corte Internacional de La Haya con pesimismo. Seguramente, dicen que si pierden le estará culpabilizando al gobierno anterior, por cuanto la prepotencia no le permite al gobierno colombiano y su jefe aceptar los errores cometidos.
Es deseo de buena parte de Colombia no volverse a equivocar en la escogencia de un mandatario. Hay que analizar y estudiar a cada uno de los candidatos y no concurrir a las urnas maquinados por el odio.