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Una guerra de mentiras contra la dignidad y la resistencia: DESVERGÜENZA EN EL HISTORIAL IMPERIAL

«No hay proa que taje una nube de ideas. Una idea enérgica, flameada a tiempo ante el mundo, para, como la bandera mística del juicio final».

 

 

 

Lázaro David Najarro Pujol

Fotos autor y Prensa Latina

 

Mentiras, deshonestidad, manipulación, chantaje, terrorismo, simulación, engaños, mensajes e imágenes falsas, incitación a la violencia, presión a otros gobiernos a cambio de migajas o perdón, promesas que pagarán a los ingenuos envueltas en bombas, son parte del guion comunicacional de la actual administración de la Casa Blanca para castigar al pueblo digno de Cuba.

Poderosos medios masivos de comunicación y redes «sociales» difunden mentiras para estimular el odio. Ya no es la teoría que se le atribuye a Joseph Göbbels, jefe de campaña de Adolf Hitler: «Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad», el gobierno de Estados Unidos, con la complicidad de perversos intelectuales, analistas, políticos y gobernantes, las repiten falsedades millones de veces para inducir y justificar la invasión.

Los grandes o pequeños medios manipuladores al servicio de potencias, oligarquías y gobiernos corruptos y sometidos no mencionan el bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por EEUU a la mayor de las Antillas, tampoco y las 243 medidas firmadas por Donald Trump, ni la campaña comunicacional para subvertir el orden en la isla.

Los medios se hacen eco de las mentiras sin siquiera fact check, (chequear los hechos) y asumen el papel desvergonzado, cobarde e hipocrática de plegarse a los designios de la Casa Blanca en la peligrosa guerra no convencional contra Cuba.

Recientemente el presidente de la República de Cuba Miguel Díaz-Canel, desmintió las calumnias contenidas en la nueva declaración de Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, quien obvió llamar por su nombre al bloqueo estadounidense y apoyó los disturbios promovidos desde Estados Unidos el 11 de julio, una abierta demostración del apoyo de ese organismo a la farsa injerencista imperial contra el archipiélago.

«Es increíble que el Alto Representante UE no menciona el bloqueo genocida y cruel. Miente, calumnia y asume la farsa injerencista imperial contra Cuba. ¿Será falta de valor o sumisión?», tuiteó Díaz-Canel.

El ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla calificó las declaraciones de «lamentable, hipócrita e indignante». Aseveró que, sobre Cuba, Borrell miente y manipula.

El periodista francés Ignacio Ramonet recapacitó: «Trump, siendo presidente de los Estados Unidos –un país al que solían definir como una gran democracia– es el primer presidente que de manera descarada y con una especie de indiferencia hacia lo que se pueda pensar, emite grandes mentiras. Él ha inventado este concepto sobre el que hay que reflexionar: «la verdad alternativa», la idea de que cada uno tiene su verdad».

El actual presidente estadounidense Joe Biden sigue sin pudor los ejemplos de su antecesor. Es la misma filosofía nazista que utiliza la administración estadounidense para arrodillar a los pueblos dignos.

Las hipócritas y insolentes declaraciones de Biden constituye una burla a la opinión pública internacional: «Expresamos nuestro apoyo al pueblo cubano y su clamor por libertad y alivio ante las trágicas consecuencias de la pandemia, y las décadas de represión y padecimiento económico a las que ha sido sometido por el régimen autoritario de Cuba».

Pierde más credibilidad cuando cínicamente expone: «El pueblo cubano está actuando con valentía al reivindicar sus derechos fundamentales y universales. Estos derechos, que incluyen el derecho de protesta pacífica y el derecho a determinar libremente su propio futuro, deben ser respetados».

Confunde maliciosamente el vandalismo, el saqueo y la agresión física de delincuentes, gusanos y mercenarios pagados por su administración y por protesta «pacífica».

José Martí los califica: «Los que no tienen fe en su tierra son hombres de siete meses. Porque les falta el valor a ellos, se lo niegan a los demás. No les alcanza al árbol difícil el brazo canijo, el brazo de uñas pintadas y pulsera, el brazo de Madrid o de París, y dicen que no se puede alcanzar el árbol. Hay que cargar los barcos de esos insectos dañinos, que le roen el hueso a la patria que los nutre».

Instados desde EEUU llegaron hasta a lanzar piedras contra una sala pediátrica del hospital del municipio de Cárdenas. ¿Con qué moral Joe Biden va a llamar al gobierno de la isla a que «escuche a su pueblo y atienda sus necesidades en este momento vital, en vez de enriquecerse»?

Biden debería preocuparse por sus problemas internos. Este año un cable denunciaba: Los hechos de violencia y brutalidad policial crecieron en Estados Unidos (…)  Un reporte del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, uno de los tanques pensantes con sede en Washington, la capital, publicado por el diario The Washington Post, señala que estos actos violentos son predominantemente provocados por extremistas de extrema derecha y elementos racistas como los supremacistas blancos y los enemigos de los musulmanes.

El pueblo cubano tiene toda la ocupación de su gobierno. La fortaleza está en la unidad y el apoyo a la Revolución, mientras que Biden esconde la realidad a los contribuyentes estadounidenses al utilizar millones de dólares en gastos para asfixiar al pueblo de Cuba y atizar la subversión.

La advertencia de José Martí en su ensayo «Las Américas» tiene vigencia:  el «vecino aviso» que acecha y desarma al débil y después usa la fuerza y sus aleados sumisos le abren las puertas. El Héroe Nacional puntualizaba: «No hay proa que taje una nube de ideas. Una idea enérgica, flameada a tiempo ante el mundo, para, como la bandera mística del juicio final, a un escuadrón de acorazados. Los pueblos que no se conocen han de darse prisa para conocerse, como quienes van a pelear juntos».

Se impone sanciones a la policía cubana por represión el mismo día en que se existen todas las evidencias que en 2020 la policía estadounidense mató a tiros a 1.021 personas. ¿De qué represión están hablando? No tienen ni el mínimo de moral para señalar a nadie y muchos menos a las fuerzas del orden en la isla que está integrada por hombres y mujeres del pueblo. Hombres y mujeres honestos.

La solidaridad hacia la ínsula palpita en los propios Estados Unidos cuando el movimiento Puentes de Amor recorre ciudades de esa nación para pedir el levantamiento de sanciones contra Cuba y delinear estrategias junto a otras agrupaciones norteamericanas que luchan por la justicia social.

Precisa la agencia de noticias Prensa Latina que Puentes de Amor realizó en las últimas semanas una caminata desde Miami, Florida, hasta Washington DC, donde se le unieron el pasado 25 de julio numerosas personas frente a la Casa Blanca para demandar al presidente norteamericano, Joe Biden, el fin del bloqueo y las sanciones contra la familia cubana.

Estados Unidos con su absurda política contra Cuba se está aislando del mundo, mientras que la mayor de las Antillas recibe el respaldo de diversos países, los cuales desafían los anuncios de injerencias en asuntos internos en la isla al tiempo que alivian la situación provocada por la Covid-19 y el bloqueo.

Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, ratificó su rechazo al asedio estadounidense y la interferencia en asuntos internos del país.

«Hay una situación delicada en Cuba porque padecen de un bloqueo inhumano, una medida extrema, propia de la época medieval que muestra un gran atraso en política exterior, y no tiene nada que ver con la fraternidad que debe haber entre los pueblos del mundo», sentenció López Obrador.

Una artista estadounidense me escribió: «Veo individuos valientes e inteligentes, pero multitudes de personas ignorantes que no se preocupan por nada excepto ellos mismos y sus billeteras. Una de las cosas obvias es que el sistema educativo corrupto e ineficaz aquí ha culminado en la creación de una idiotez generalizada. ¡Eso hace que quiera gritar»!

Siempre hay que apelar a José Martí: «El desdén del vecino formidable, que no la conoce, es el peligro mayor de nuestra América; y urge, porque el día de la visita está próximo, que el vecino la conozca, la conozca pronto, para que no la desdeñe. Por ignorancia llegaría, tal vez, a poner en ella la codicia. Por el respeto, luego que la conociese, sacaría de ella las manos. Se ha de tener fe en lo mejor del hombre, y desconfiar de lo peor de él. Hay que dar ocasión a lo mejor para que se revele y prevalezca sobre lo peor. Si no, lo peor prevalece. Los pueblos han de tener una picota para quien les azuza a odios inútiles; y otra para quien no les dice a tiempo la verdad».

La fortaleza está en la unidad. Foto Lázaro Najarro