Pensamiento estratégico 

 Ing. Jaime Fernando Rodríguez Rocha

Una vez contestada la pregunta, ¿Cuánto tiempo dedica Usted a pensar?, dediquemos un tiempo adecuado para esto. Debe ser una disciplina diaria, un ejercicio mental para pensar sobre temas que nos interesen, nos impactan o se desarrollen en nuestro diario vivir. Debemos convertirlo en un hábito y tratar de que sea un espacio que nos permita disfrutarlo además de ser considerado como importante por las reflexiones que se logren.

De ser así esos pensamientos, definidos como la formación de ideas y representaciones de la realidad en la mente, para luego relacionarlas unas con otras de acuerdo con un fin u objetivo requerido o fijado. Es importante definir los temas o las ideas sobre las cuales vamos a pensar, pueden ser sobre cualquier cosa como un destino para nuestras vacaciones de fin de año, el cambio del vehículo familiar, la ampliación de nuestra empresa o la receta del almuerzo que vamos a preparar el domingo.

Son infinitas las ideas que podemos tener, así como infinitas son las alternativas de relacionamiento. Por esta razón al haber elegido la idea debemos asignar un tiempo, pueden ser, treinta minutos en la mesa del jardín tomándonos un té o un café. Así mismo tomemos nota de los resultados de este proceso, seguramente puede requerir de varias jornadas. Pero lo que sí es realmente importante es asignar un tiempo y un espacio para hacerlo sin presiones y en un lugar que nos permita dejar volar nuestros pensamientos con libertad.

A continuación, dependiendo del objetivo fijado que puede ser cualquiera, y si es del caso lo llevamos a la acción y posteriormente poder efectuar una evaluación de los resultados obtenidos. Caso contrario, que no requiera su aplicación, es disfrutarlo y posiblemente ampliarlo y afinarlo cada vez más.

En la actualidad se busca establecer procesos previos de configuración mental «prefiguración», o enfoque mental, dependiendo del tipo de actividad a desarrollar y objetivo a conseguir, los cuales se consideran disciplinas denominadas como pensamiento estratégico, pensamiento en diseño, pensamiento sistémico, pensamiento computacional y otros cuantos.

Estos facilitan la forma de pensar, permitiendo que las ideas y pensamientos surjan de una manera más focalizada, específica y alineada con lo deseado y así dar solución más rápidamente a los requerimientos. Estas disciplinas, en su mayoría, han nacido acompañadas de metodologías que permiten su desarrollo y con herramientas que faciliten su aplicación.

A continuación, y en artículos futuros, analizamos los más relevantes y útiles, su metodología y herramientas. Y lo realmente relevante, el objetivo por el cual fue creado y los beneficios de actuar con un pensamiento determinado según sea el caso que nos ocupe.

El primero sobre el cual escribimos es el llamado “Pensamiento Estratégico”, aquel que permite un enfoque que mira el hoy con una perspectiva del futuro, siempre buscando un beneficio venidero, pero tomando acciones en el presente que nos lleven a este.