Colombia registra la campaña presidencial más agresiva en su historia. Las calumnias, las mentiras y las ofensas se encuentran al orden del día por parte de la mayoría de sectores de la sociedad que se encuentra polarizada.

La guerra sucia es total. Las acusaciones llueven a diestra y siniestra. Los líderes políticos de diversas organizaciones han acudido a esta clase de actividades catalogadas en muchos casos por fuera de la Ley.

El Gobierno actual hace rato perdió la imparcialidad con que debe mantenerse durante una campaña presidencial. De manera desafortunada el Gobierno Duque hace rato viene participando de manera activa en una de las campañas y en contra de una de ellas.

Los organismos de control en Colombia prefieren mirar a otro lado que controlar el comportamiento de algunos funcionarios encabezados por el presidente de la República que vienen participando de manera activa en política.

Los medios de comunicación en buena parte especialmente los de propiedad de importantes empresarios también se han sumado para impulsar la polarización, el odio y las calumnias.

Colombia se encuentra en este momento en la mira del planeta, para conocer el desarrollo de la jornada electoral, ante las múltiples denuncias de presuntas irregularidades.

Es importante para los colombianos y la comunidad internacional que se desarrolle el proceso electoral transparente con garantías para todos.

Colombia reclama elecciones transparentes.