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Opinión: PARA EVITAR LA TORMENTA

Daniel Souček de República Checa realizando un saque de banda 

 

 

 

Esteban Jaramillo Osorio

Dicen los pragmáticos que las únicas verdades del fútbol son el gol y el triunfo.

Algo rebatible considerados la pasión del hincha, el juego con sus efectos, la calidad de futbolistas distintos, las exitosas fórmulas de pizarrón de los entrenadores campeones y el impacto que en la memoria tienen grandes tardes.

Frente al reto inmediato de la selección, para salir de angustias, el único camino visible es el reencuentro con la victoria, sin las fantasiosas dependencias de otros resultados.

Por el reciente pasado, la afición expectante y nerviosa, reduce su optimismo, con razones de sobra para acrecentar su desconfianza. No obstante, espera un equipo comprometido en las próximas contiendas.

Un cuadro sólido, que lo es todo, sin maquillar la mediocridad desde las justificaciones. No siempre los árbitros son los culpables.

Con soluciones desde el diseño, la alineación y desde las reacciones del técnico cuando se pierde la brújula.

Con futbolistas que comprendan que se sale de tiempos azarosos desde la unidad de vestuario con solidaridad en el juego.

Sin figuras excluyentes, porque ningún jugador es más importante que el proyecto. Hablo de estrellas desbordadas acostumbradas a crear zozobra con su comportamiento.

No habrá forma de minimizar el impacto en el caso de una derrota. La pérdida del avión al próximo mundial sería una catástrofe deportiva y económica para el fútbol colombiano. De allí la trascendencia del reto que se avecina.

Lamento el rechazo a Teo en la última convocatoria. Su aporte lúcido, indiscutible por lo influyente, tiene mayor peso que algunos jóvenes prometedores, pero sin experiencia, citados para relevarlo. Alguna tormenta en el pasado, con una estrella activa, puede ser el motivo para su ausencia.

Obligado estará James a demostrar que su omnipresencia en las redes y en los medios tradicionales en asuntos ajenos al fútbol, o la imposición de su patrocinador principal, no son las razones para su regreso. Que son sus facultades futbolistas, siempre en suspenso, las que alientan las esperanzas y justifican su presencia.