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Papa Francisco implora: SOLIDARIDAD CON SOMALIA, VÍCTIMA DE UNA SEQUÍA MORTAL

La sombra de la hambruna en Somalia

 

 

Guillermo Romero Salamanca

Después del rezo del Ángelus, el Papa Francisco llamó la atención en búsqueda de la solidaridad mundial por la situación humanitaria que vive Somalia, un país ubicado en el Cuerno de África, al este del continente africano y pidió, una vez más, el fin de guerra en Ucrania.

Las temperaturas récord de este periodo están agravando un problema que siempre ha existido en la región del Cuerno de África y otras partes del continente africano, pero que ahora se presenta con una gravedad sin precedentes. Las poblaciones están sufriendo la sequía que ha llevado ya, desde inicios de año, a un millón de personas a desplazarse hacia otras tierras.

Los desplazados se acumulan en las afueras de las principales ciudades del país. La Iglesia lleva varios años actuando a través de la Cáritas local, que trabaja sobre el terreno con organizaciones somalíes. Este trabajo es a veces difícil en zonas poco accesibles por motivos de seguridad. Nunca en los últimos 40 años se había producido un fenómeno semejante, que también afecta a Etiopía y Kenia.

“Deseo llamar la atención sobre la grave crisis humanitaria que afecta a Somalia y a algunas zonas de sus países vecinos. Las poblaciones de esta región, que ya viven en condiciones muy precarias, están ahora bajo peligro mortal a causa de la sequía. Espero que la solidaridad internacional pueda responder eficazmente a esta emergencia. Por desgracia, la guerra desvía la atención y los recursos, pero estos son los objetivos que exigen el mayor compromiso: la lucha contra el hambre, la salud, la educación”, dijo el Pontífice que viajará el 28 de agosto a L’Aquila, en Italia, donde presidirá el solemne rito de apertura del Perdón Celestiniano.

ANHELOS DE MISERICORDIA

El mundo está muy necesitado de misericordia. Una necesidad especial es la de Ucrania, que lleva casi seis meses en guerra. El Papa Francisco, en la víspera de la solemnidad de la Asunción, tras el rezo del Ángelus, pide al Señor misericordia y piedad para el atormentado pueblo ucraniano. Lo hace recordando lo ocurrido hace 20 años en Cracovia, cuando Juan Pablo II confió el mundo a la Divina Misericordia en la ciudad de Cracovia.

El Papa, en estos meses, también hizo el llamamiento a no acostumbrarse a la guerra, a no cansarse de hacer el bien a través de la acogida y la solidaridad con los hermanos y hermanas víctimas de este conflicto.

Cracovia