Angelina Jolie
Difícil la contienda en «Survivor». Los pupis participantes quedaron atónitos ante la llegada de Wilder Medina y a como dé lugar pretenden hacer un bloque para sacarlo de competencia.
Una cosa es hacer artes de magia, con carticas y palomas, otras echar cuenticos y unas más aprender un libreto para una escena y otra, muy diferente es ser deportista y más de fútbol.
Wilder Medina fue campeón en el fútbol, corrió, le dieron todas las patadas posibles y, además, cayó miles de veces dentro y fuera de la cancha.
Siempre ha sido un tipo controvertido. Fue pandillero, peleador, metido en el vicio, pero siempre los directivos y técnicos le dieron la fortaleza para que metiera sus goles. Hizo historia con Deportes Tolima y con Santa Fe.
Los hinchas de Santa Fe no olvidan, por ejemplo, que, para una final, se fue de rumba, siendo la estrella principal. Le valió huevo. No llegó y cuando apareció salió a la cancha aún con los efectos. ¿Qué pasó? Pues que Santa Fe perdió el título.
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Claro, ahora en «Survivor» sus compañeros de juegos no lo entienden. Dicen que es grosero. Pero ninguno de los que están en el concurso ha estado en un estadio, ni siquiera como espectadores. Salir a la cancha, escuchar toda clase de epítetos es bien diferente a la comodidad de la vida. A los jugadores de fútbol, los de verdad, no les importa si llueve, hace sol, el contrario es más fuerte, más alto o tiene más estrellas. Cada partido es distinto.
Si sacan a Wilder, como va circulando en las playas de «Survivor» no sólo pierde el jugador, sino el programa porque él es el único que le pone picante al asunto.
Interesante conocer los pensamientos y actitudes de las personas que compiten contra Wilder. De él, ya se sabe todo, ha sido frentero, sincero, fuerte. Lo demás, no importa.
Claro está que los pupis de «Survivor» hubieran preferido a los futbolistas de ahora, los que gastan más tiempo en salones de belleza, los tintes en el pelo, esmaltes de colores en sus manos, tatuajes psicodélicos y masajes, que a los fuertes de antes.
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El Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, al norte de Bogotá, continúa con su programación que incluye grandes espectáculos de música colombiana.
El jueves 30 de marzo, por ejemplo, a las 8:00 p.m., se realizará un concierto especial en el que se conmemoran los 30 años de trayectoria artística de Walter Silva, una de las voces más reconocidas de la música llanera. Luego, el viernes 31 de marzo, a las 8:00 p.m., se realizará el lanzamiento del 56 Festival de la Leyenda Vallenata, en el que se hará un homenaje a Luis Enrique Martínez.
Si desea asistir, considere que las boletas van desde los $45.000 pesos.
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Acertados los ingresos de dos personajes a la nómina oficial de «Sábados Felices»: Lucumí y el Pato, dos ganadores recientes.
Ya el público estaba cansado con la cantidad de malos personajes de don Jediondo: campesino, celador, doctor, peluquero…Por ahí no era la cosa, pero sí dar nuevas figuras.
Lucumí con sus presentaciones da una agilidad con sus versiones que hace de personajes creados por él, pero sobresale, el chispazo para cada uno de ellos.
Lo mismo sucede con el mueco «Pato» que ha llegado para mostrar un humor urbano, el que se cuenta en la calle, en los talleres, en los supermercados y con los sucesos cotidianos de la gente del común.
Habrá que esperar unos meses.