Israel destruye la ciudad de Gaza.
Las más recientes declaraciones del Presidente Gustavo Petro, de suspender tentativamente las relaciones internacionales con Israel, luego de conocerse que dicho país, anunciara su decisión de interrumpir las exportaciones de material de seguridad a Colombia. Son más el resultado de una presión diplomática internacional en contra del Pueblo Palestino, que una auténtica demostración ideológica o política antisemita, del gobierno colombiano.
Recordemos que en Franja de Gaza viven alrededor de 2,3 millones de palestinos en una superficie de 365 kilómetros cuadrados. Que de acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el 80% de la población depende estrictamente de la ayuda internacional. Pues desde que Hamás asumió el poder en el 2007 como partido político y por consenso electoral, Gaza ha sido clasificado por Israel como “territorio hostil”. De ahí se deriva su aislamiento internacional y precaria situación socioeconómica.
No suficiente con el recorte casi total del servicio eléctrico y de telecomunicaciones que sufren los palestinos en territorio. Se le añade adicionalmente un panorama tétrico, como es el desabastecimiento de agua potable a su población. Agudizando el sistema de salubridad a toda su comunidad. Incluyendo niños, mujeres y ancianos.
La imagen en la actualidad de Gaza es dantesca y proporcional a una película futurista del fin del mundo. Con una cifra exponencial de muertos en ambos territorios que ya supera las 3000. Y con un presente y futuro poco esperanzador, si escuchamos al Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, cuando declara a diario una nueva arremetida bélica y armamentista en contra del pueblo palestino en Gaza.
Mientras ocurre lo peor e indescifrable de la guerra, la comunidad internacional sigue apática y situada en el confort de una silla reclinable de primer plano, viendo el destello de luces y las detonaciones de misiles crucero, como juegos pirotécnicos por TV. O en su defecto, por los circuitos privados o plataformas digitales de comunicaciones.
Lo más impresionante de la hipócrita diplomacia internacional, es que el conflicto armado en la Franja de Gaza ya evidencia pruebas de crímenes de guerra cometidas por ambas partes. Pues resulta incoherente y poco convincente, que siendo Gaza uno de los territorios con mayor densidad de población del mundo, sus civiles salgan ilesos de un bombardeo o intervención militar por tierra, mar y aire. Prueba de lo anterior, es que los hospitales actualmente en Gaza están repletos de heridos graves sin insumos médicos. O combustible para los generadores eléctricos. Lo cual recrudece la situación de atención y soporte humanitario a los heridos, que ya superan los 11.000.
Entre tanto, y pese a las denuncias presentadas por el Comité Internacional de la Cruz Roja, frente a la violación sistemática de los derechos humanos durante los primeros días del conflicto en Gaza. Lo único que se escucha por parte del gobierno israelí es la censura y descalificación a cualquier gobierno que se oponga a su ideología. Calificándolo de hostil, antisemita y amigo explícito de Hamás. Como al parecer, ya fue rotulado Colombia.
Lo evidente por ahora, es que la comunidad internacional y la geopolítica mundial como en un juego de poder, se dividen las cartas. Y dependiendo de los discursos y las posturas económico políticas se consolidarán los bandos. Mientras se agudiza la situación humanitaria en Gaza, y se legitima el genocidio del pueblo palestino.

El conflicto en la Franja de Gaza es una preocupación global y la comunidad internacional debe trabajar en conjunto para buscar soluciones pacíficas y mejorar las condiciones de vida en la región. La diplomacia internacional juega un papel clave en este proceso, pero la resolución requerirá la voluntad de todas las partes involucradas para lograr una paz sostenible y garantizar la seguridad y el bienestar de todos los habitantes de la región.
El presidente Gustavo Petro de Colombia ha anunciado la suspensión tentativa de relaciones con Israel debido a la decisión de Israel de interrumpir las exportaciones de material de seguridad a Colombia. Estas declaraciones son más una respuesta a la presión diplomática internacional en contra de los derechos del pueblo palestino que una demostración de antisemitismo del gobierno colombiano. La Franja de Gaza, donde viven 2.3 millones de palestinos en condiciones precarias, ha sido clasificada como «territorio hostil» por Israel, lo que ha resultado en aislamiento internacional y problemas socioeconómicos. Además, los palestinos en Gaza sufren de cortes de electricidad, telecomunicaciones y escasez de agua potable, lo que empeora la situación de salud y saneamiento. A pesar de las atrocidades cometidas por ambas partes en el conflicto, la comunidad internacional se mantiene apática y no toma acciones significativas. Los hospitales en Gaza están abarrotados de heridos graves sin suficientes suministros médicos, combustible para generadores eléctricos, ni apoyo humanitario. El gobierno israelí censura y descalifica a cualquier gobierno que se oponga a su ideología, etiquetándolo como hostil, antisemita y amigo de Hamás. La situación humanitaria en Gaza empeora mientras la comunidad internacional se divide y se toman posturas políticas y económicas. El genocidio del pueblo palestino está siendo legitimado.
La preocupación sobre la situación en Gaza y el conflicto entre Israel y Palestina. Este es un tema altamente complejo y con muchas perspectivas diferentes. La comunidad internacional ha estado involucrada en este conflicto durante mucho tiempo, y es cierto que las opiniones varían ampliamente.Ya que lo que se quería era llegar a un acuerdo de paz y que los ciudadanos tuvieran seguridad.
Las recientes declaraciones del Presidente Gustavo Petro sobre suspender las relaciones internacionales con Israel no son una muestra de antisemitismo, sino una respuesta a la presión diplomática internacional en contra del pueblo palestino. En la Franja de Gaza, la situación es desesperante, con una gran dependencia de la ayuda internacional y recortes en servicios básicos. El conflicto armado ha dejado miles de muertos y una precaria situación socioeconómica. La comunidad internacional ha mostrado poca acción y tanto Israel como Hamás han sido acusados de cometer crímenes de guerra. A pesar de las denuncias, el gobierno israelí responde con censura y descalificaciones. En este contexto, Colombia ha sido catalogada como hostil y antisemita. La situación humanitaria en Gaza empeora y se legitima el genocidio del pueblo palestino.
Triste panorama en el territorio de conflicto tanto para los habitantes de Gaza como Israelíes, porque como sucede en el mundo entero siempre los que se ven más afectados,sufren, carecen y sucumben en la miseria absoluta y vida sin esperanzas son la población más humilde. Mientras que los bélicos, codiciosos y que tienen el poder ,manejan todo desde sus búnkeres donde no les falta nada ,están protegidos y descansando cómodamente , las organizaciones internacionales que debían intervenir se olvidan de su misión y como dice el escritor del artículo «Miran como espectadores por TV » . Volvemos a lo mismo de siempre todo los conflictos los utilizan como disculpas para medir poderes, lucrarse económicamente, afirmar alianzas para causar caos, terror y poder dominar y pisotear a todos cuantos puedan y demostrarle al mundo quienes tienen el poder y dejar claro que si ellos desean con hundir un botón acaban con todo.
El autor argumenta que esta decisión no es un reflejo del antisemitismo del gobierno colombiano, sino más bien una respuesta a la difícil situación humanitaria en la Franja de Gaza, donde los palestinos enfrentan condiciones precarias y violaciones de derechos humanos debido al conflicto con Israel. El autor también señala la falta de acción efectiva por parte de la
comunidad internacional para abordar la crisis humanitaria en Gaza y critica la postura hipócrita de algunos gobiernos frente al conflicto.