Como una vergüenza e ignominia nacional, podría calificarse el desgarrador, atroz y miserable testimonio del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, ante la JEP. Luego de escuchar su comparecencia durante 4 días mediante videoconferencia. En la cual reveló el acuerdo tácito, que se configuró entre su escuadrón de ultraderecha, el Estado y la fuerza pública en Colombia.
«Yo fui reclutado, armado, entrenado por las fuerzas armadas. Yo soy hijo directo de ellos», indicó el excomandante paramilitar, ante un grupo de víctimas y tres magistrados que lo escucharon en el Departamento de Córdoba. El pasado 10, 11, 15 y 16 de mayo.
En su versión, Mancuso aseguró que su ejército tenía total colaboración de las instituciones de seguridad del Estado. Así como de empresarios, ganaderos, políticos e importantes personalidades de poder económico en Colombia. Facilitando con ello su accionar bélico y político en todo el territorio nacional. En particular, en el norte del país en los departamento de Córdoba y Bolívar.
Reseñó además, que el expresidente Álvaro Uribe Vélez, estuvo involucrado en la muerte o asesinato de Eudaldo Díaz, quien era en abril de 2003 Alcalde de El Roble. «En un consejo comunitario, el alcalde denunció ante el entonces presidente Uribe que lo iban a matar. Y Uribe lo que hizo fue quitarle el esquema de seguridad y nosotros lo matamos». Afirmó con desfachatez el exjefe paramilitar.
Por otro lado, Mancuso volvió a permear a la opinión pública nacional, al asegurar que las Autodefensas Unidades de Colombia (AUC), apoyaron trascendentales candidaturas políticas en los comicios electorales para el Congreso de la República en marzo de 2002. Así como en las presidenciales, apoyando las candidaturas de Andrés Pastrana, Horacio Serpa y Álvaro Uribe.
Al final de su audiencia, Mancuso se dirigió a sus víctimas y les dijo: «el paramilitarismo lo hicimos de la mano de políticos y desatacados miembros de la sociedad civil, que sirvieron para nuestro aparato criminal. Hoy muchos de ellos salen a desmentir mi testimonio».
Lo revelado por el excomandante paramilitar quizás no sea nuevo. Pues lo venimos escuchando por diversas fuentes hace más de 15 años. Pero lo que si es potente en su declaración, es que es consistente y verosímil frente al informe final de la Comisión de la Verdad. Pues en él, se indica que el paramilitarismo no fue solamente un actor armado del conflicto interno colombiano, sino que funcionó como una red de intereses económicos y políticos, usando la violencia sistemática y estructural para lograr sus fines.
«Es un entramado de alianzas asociado a proyectos económicos, sociales y políticos que logró la imposición de controles territoriales y armados por medio del uso del terror y la violencia». Se lee en el tomo central del informe de la Comisión.
Es un hallazgo a partir de escuchar las versiones de exparamilitares – incluido el mismo Mancuso – y los expedientes y sentencias de Justicia y Paz, la jurisdicción transicional creada para juzgar a los mismos paras.
De ahí la importancia y trascendencia de las declaraciones emitidas por Mancuso. Pues abren el camino expedito para que la JEP contrarreste la información, y declare la nulidad o viabilidad para que el implicado pueda acogerse a ese tribunal de paz. Y con serenidad podamos conocer a futuro ¿Quién o quienes dieron la orden, de emprender la maquina criminal del paramilitarismo en Colombia?


No cabe duda de que el paramilitarismo en colombia fue avalado por las élites, como los empresarios, políticos y jefes de estado, para obtener por medio de la fuerza algunos beneficios de carácter económico o político, dependiendo de su propósito a cumplir
Dando mi humilde opinión sobre la confección del ex paramilitar, nos damos cuenta de cómo este país está dominado por unos monstruos que quieren hacer olvidar sus pasados tan temibles. Además, vemos cómo la fuerza pública se presta para hacerle daño al mismo pueblo y cómo la corrupción ha estado presente desde siempre. También notamos cómo los medios de comunicación se prestan para que nosotros, los colombianos, no nos demos cuenta de la verdad de todo esto. Es triste ver cómo esta realidad tiene similitudes con una novela muy conocida, como «El cartel de los sapos».
Está más que claro que los políticos actúan siempre con beneficio propio,
Siempre diciendo mentiras que están de parte del pueblo cuando las cosas son todo lo contrario, pues siempre están involucrados en ploblemas de corruptcion, narcotráfico e.t.c Cuando tarde o temprano como se muestra en artículo salen a la luz sus malas intenciones.
Considero que es importante prestarle atención no sólo a lo leído anteriormente, sino también a la entrevista que le hicieron a Mancuso pues por lo que se infiere hasta ahora, es desde ahí que radica muchas problemáticas en Colombia (problemáticas ambientales, problemas políticos, etc. ) y no sólo se trata de escuchar y creer en lo absoluto la entrevista pero, hay que ser lo suficientemente crítico y objetivo para poder entender esta situación. El paramilitarismo es una de las heridas más grandes y profundas que tiene el país.
Es doloroso , escuchar y ver las declaraciones de Mancuso, es una realidad que hemos vivido , la conocemos , pero nos hacemos como se dice los de la «oreja gacha». Solo cuando nos enfrentamos a sucesos como este, donde uno de los principales protagonistas nos recrean y relatan la realidad fría, contundente , sin piedad, nos comparten solo algunos de los sucesos,atropellos, crímenes, falsedad y abusos de poder y demás calificativos que podemos darle.Nos estremecemos y queremos reaccionar cuando el daño ya se ha hecho. Me pregunto que tan ciegos y permisivos podemos ser como ciudadanos?, quedándonos en nuestro lugar de «confort » , porque pensamos como a mí no me afecta…Pero estamos muy equivocados y lo peor siempre se abren los ojos y se quiere reaccionar cuando ya no podemos hacer nada. Muy buen artículo!!
Es muy triste,con la declaración de mancuso se revelaron verdades que estaban ocultas,los paramilitares,políticos y empresarios se apoyaron para expandir violencia y corrupción en el país.
Interesante y triste columna, profe Jhonny. Triste en la medida en que ahonda en la podredumbre inacabable de nuestra dirigencia política. No es un secreto el vínculo estatal con las «malas fuerzas». Nunca lo ha sido. Tampoco es un secreto que ahora ese mismo Estado corrupto va a alinear sus alfiles para que desmientan al uno y acallen al otro. Al final intentarán salirse con la suya… amanecerá y veremos.
Bueno lo que pienso yo es que pues así como le pagaron mal a los ciudadanos de Colombia a ellos tambien les estan pagando mal por haber utilizando a personas que no tenían que ver en nada de esas cosas desastrosas que hicieron ellos.