Opinión, TOP

  Crónica de Gardeazábal: SE OSCURECE EL PANORAMA

Taya equis,uno de los animales que habitan la Isla caucana de Gorgona.

Gustavo Álvarez Gardeazábal

El porce

Cuando levantamos las voces en contra de la bendita reforma tributaria de Petro y Jose Antonio Ocampo, los oídos estaban sordos y los congresistas que representan a los contratistas del estado se unieron en bloque para apoyar ese esperpento.

Las cifras del PIB conocidas ayer demuestran muy a las claras que si el país apenas creció en 2023 solo el 0.6% es porque esa reforma tributaria frenó el crecimiento de Colombia.

Eran ayer tan   negras las nubes que oscurecían el panorama que la fenomenal metida de pata del gobernante de haberle metido la mano al presupuesto aprobado usando un procedimiento vergajo y dejando departamentos y obras que se están construyendo sin soporte financiero, los obligó a sacar ayer mismo un decreto de «yerros»  reconociendo el error y corrigiéndole.

Sin embargo hasta ahora para ayudar a oscurecer el panorama, nada que encuentran la fórmula para recuperar los miles de millones que se pagaron de más en la nómina estatal, por error del ministerio que maneja Bonilla. Por lo uno y por lo otro, ya se fueron las funcionarias que manejaba el presupuesto de la nación .

Pero como el mal ejemplo cunde , es decir como las equivocaciones, así causen daño se dizque arreglan presentando excusas, el alcalde Fico resultó conque había nombrado a un inculto como Secretario de Cultura y a estas horas no han escogido ni director de la Biblioteca Pública Piloto que maneja la red de bibliotecas de Medellín y tampoco a quien le corresponde revivir la desmantelada Fiesta del Libro que el anterior alcalde suicidó.

Y como para que  no se disipe la oscuridad, hemos sabido que la fragilidad ecológica de Gorgona les importó un comino y que a la brava construirán la base militar e instalarán el radar con plata de nosotros, no de los gringos, como habían pregonado.Y que los carro tanques para llevar el agua la Guajira en acción mancomunada con los grandes cacaos siguen parqueados esperando quien los maneje y les diga donde está el agua.