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Envejecer con felicidad: UNA UTOPÍA EN COLOMBIA

Felicidad eterna

 

 

Antonio Cano García

La Palabra UTOPÍA significa «Plan, proyecto, doctrina o sistemas ideales que parecen ser de muy difícil realización. Realización imaginativa de una sociedad futura de características favorecedoras del bien humano».

Puede haber un Estado justo que permita que todos vivan felices y bien atendidos? Esta pregunta inquietaba a Tomás Moro. 

En Colombia a la persona mayor, se le denomina despectivamente y se utilizan palabras como, viejo, anciano, senil, vetusto, añoso, añejo, son adjetivos que usualmente  se utilizan al referirse a las PERSONAS MAYORES, estas palabras son correctas están en el diccionario y en ningún momento podríamos catalogarlas como ofensa, sin embargo las utilizamos de manera despectiva, y también utilizamos la palabra cariñosa VIEJITO, que nos hace sentir rodeado de cariño y veneración, como lo eran los adultos de la antigua Grecia donde se les tenían en cuenta por su sabiduría y experiencia.

Colombia mediante la Ley 2055 de 2020 adoptó la CONVENCIÓN INTERAMERICANA DE LOS DERECHOS HUMANOS DE LAS PERSONAS MAYORES, aprobada en Washington en Junio del 2015, fue ponente el senador  Iván Cepeda, haciendo parte de la oposición del gobierno de ese entonces, El senador Iván Cepeda, libro duros debates y quitarle muchos palos a la rueda que impedía que este proyecto se convirtiera en Ley de la República a pesar que ya nueve países habían adoptado esta Convención, pero finalmente se convirtió en Ley, todos las personas mayores nos llenamos de esperanza de que finalmente envejecer con felicidad en Colombia no sería una UTOPÍA . 

Han pasado casi cuatro años y esta Ley 2055 del 2020 no se ha reglamentado, solo sabemos que hay una Ley que no opera que se ha convertido en un verdadero saludo a la bandera, es decir una declaración meramente formal que en realidad no implica ninguna adhesión profunda a las ideas o principios  que se pregonan como protección de los derechos de las personas mayores.

En Colombia las personas mayores ya no somos considerados como beneméritos ancianos, nos miran con desdén, a veces con miradas de compasión, muchas veces esas personas mayores en la última etapa de su vida están muriendo lentamente por la tortura que encuentran cada día en su vida cotidiana, si es una persona sin pensión, por la angustia de levantarse sin la seguridad de poder encontrar un alimento, y si es pensionado soportando la angustia de una eterna demanda para tratar de quitarle su mesadita, tenemos personas mayores que llevan más de diez años con pensión demanda, en muchos casos soportando medidas cautelares que le volvieron trisas su pensión antes de ser vencido en un juicio y que de ganar le devolverán ese dinero a sus nietos, porque ellos ya murieron en la miseria, por la insolencia de la Justicia que no importa si el demandado tiene noventa años, o si esta en la ultima etapa de su vida soportando una enfermedad terminal, los únicos ancianos que logran la felicidad son aquellos que los acompaña el alzhéimer, que no perciben el malévolo mundo donde viven.

Como se puede permitir que en Colombia exista la TORTURA PSICOLÓGICA A PERSONAS MAYORES, ? torturan personas mayores cuando se secuestran a seres indefensos que,  el paso de los años les ha mermado movilidad y fuerzas para caminar largos trayectos y sufrir inclemencias del clima, privarlos de las medicinas que le ayudan a sostenerse vivos, quitarles el cariño de su familia que les anima a prolongar su existencia, eso es como diría mi padre una bellaquería y se debe castigar como un delito de lesa humanidad, levantemos nuestras voces solidarias para pedirle a los grupos al margen de la Ley que respeten a las personas mayores, como decía mi madre, no sean aprovechados.

Se tortura a las personas mayores, cuando para otorgarles una pensión le ponen todas las trabas del mundo y después empieza el calvario para defenderse de la jauría de hambrientos abogados que los fondos de pensiones contratan para tratar de quitarles la pensión, sometiéndose a largas demanda que le van minando su vida, que los sumen en la depresión y rápidamente los llevan al cadalso, torturan a las personas mayores, cuando los someten a largas filas para reclamar una medicina o conseguir una cita médica, torturan a las personas mayores cuando los entes gubernamentales no los escucha, y finalmente torturan al adulto mayor sus familias cuando los miran y los miman dependiendo de su testamento.

Finalmente le solicitamos muy respetuosamente a nuestro Congresistas que por favor tramiten y aprueben la Ley que reglamente esa famosa Ley 2055 de 2020, que adoptó

Los derechos humanos de los adultos mayores y que los jueces y Magistrados respeten la convencionalidad, y sigamos en la lucha para ENVEJECER CON FELICIDAD.