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 «El Panóptico» CALENTAMIENTO GLOBAL, CAMBIO CLIMÁTICO Y DESASTRE NATURAL

El calentamiento global se une a los incendios forestales que en la mayoría de los casos son originados por manos criminales. 

 

 

Jhonny Alexis Lizcano L.

Según los datos más recientes del IDEAM, lo transcurrido de enero del presente año han sido los días más calurosos y calientes de Colombia, desde hace 30 años. Como efecto dominó, derivado del calentamiento global del planeta, el cambio climático y la inconsciencia social. Que no dimensiona la relevancia del cuidado ambiental y el fomento de una cultura por el desarrollo sostenible y sustentable, de nuestros recursos naturales.

Esa es al menos la primera conclusión que se deriva, al estudiar el récord de máximas temperaturas que ya superan en el territorio nacional los 40.4 grados en el centro del país. Sumado a los casi 900 municipios en alerta por los incendios ocasionados. Ya sea por pirómanos, terroristas ambientales, descuido. O sencillamente, ausencia de políticas proteccionistas de orden ambiental, en los territorios catalogados como patrimonio de diversidad ecosistemita y natural en Colombia.

El panorama presentado por el Instituto de Hidrología y Estudios Ambientales (IDEAM), no es nada alentador. Pues el aumento de las temperaturas ha sido progresivo y constante en el territorio nacional. En Jerusalén Cundinamarca (centro del país) ya se superó los 40.4 grados centígrados. En Sahagún Córdoba los 38,7 grados centígrados (Costa Caribe). En Santa Marta los 37.9 grados centígrados (capital del departamento del Magdalena).

Mientras en otras regiones como Norte de Santander, San Andrés, Providencia y Valle del Cauca, ya se superó la barrera de los 32 grados centígrados.

Lo anterior, ha llevado al Gobierno Nacional a elevar a 883 los municipios en alerta por riesgo de incendios forestales. De ellos, 582 están en alerta roja. 47 municipios restantes tienen amenaza por deslizamientos. Mientras otros 89, presentan también alerta por desabastecimiento de agua.

A la par de lo descrito, siguen a la fecha varios incendios activos. Como los que ya han arrasado más de 300 hectáreas en Santander o en los cerros orientales de Bogotá. Los cuales han afectado en promedio unas 12 hectáreas de bosque nativo.

Pero lo más preocupante de todo es que de acuerdo al Ministerio de Ambiente, el fenómeno de EL NIÑO, apenas comienza. Lo cual podría empeorar a niveles críticos.

La unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), informó que desde el 3 de noviembre de 2023 y hasta el 20 de enero de 2024, han ocurrido 237 incendios forestales que han afectado 131 municipios en Colombia. A su vez, se calcula desde noviembre del año pasado, que 161 incendios forestales han sido asociados a EL NIÑO.

Es tan caótica y delicada la situación ambiental en el país. Que el Gobierno del Presidente Gustavo Petro, ya acudió a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), por desastre natural. Y con ello, acudir a la ayuda multilateral de los países miembros. Entre ellos: Chile, Canadá, Estados Unidos y Perú. Los cuales ya respondieron satisfactoriamente para el apoyo técnico y profesional.

Sin embargo, de nada podrá servir la ayuda de otras naciones garantes. Sino emprendemos cuanto antes una reivindicación por el cuidado y protección de nuestros recursos naturales y ambientales. Fomentando en las nuevas generaciones, una responsable cultura y educación por el desarrollo sostenible y sustentable del planeta. Y en el caso colombiano a futuro, el desprestigio de haber sido uno de los territorios con mayor biodiversidad en el mundo, a convertirnos en el asidero de contaminación y polución global.